La semana anterior estuvimos acompañando los restos de una prima de mi suegro a sus exequias en un templo de la religión tradicional. En un principio llegamos a la funeraria en donde encontramos a familia y amigos.
Todos por razones obvias de largo tiempo sin verse y en el mejor ánimo de acompañar con rostros muy formales por el evento en principio. Lo que da impresión, es que es ahí, en ese tipo de situaciones es donde la gente se vuelve a encontrar.
Pero no para recapacitar en la vida, la muerte, el futuro eterno del difunto y será salvo o no, sino para empezar a recrear todo el tiempo que han dejado de verse. Historias de toda clase se conjugan, nadie reflexiona sobre lo que será del alma del que se acaba de ir.
Si uno de estos incluyendo el sacerdote lo hiciera, tal vez se lograrían vidas exhortadas a partir del momento y los que un día le sigan al muerto tengan otro destino.
El hombre y mujer de siempre ha tratado de congraciarse con Dios a través de ritos, los sacrificios o en un conjunto de normas de hombres que han terminado por traducirse en religiones.
La definición de un diccionario secular, no bíblico nos dice que: “la religión es un sistema cultural que involucra creencias y prácticas….manifestadas a través de rituales, enseñanzas y códigos morales…..
Nada que ver con lo que Dios, el Creador de todo lo que usted ve, enseña en Su palabra, la Biblia. Lo interesante de esto es que algunas de estas dicen tenerla como libro base; pero como en el caso de la Mishná de lo judíos, terminan por imponer libros y libros escritos por hombres.
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:22).
El trabajo del enemigo, de Satanás, desde tiempos antiguos, mejor dicho desde que cayo de la Gracia de Dios es distraer a la humanidad con mentiras y con verdades a medias en el mejor de los casos.
Y la mejor herramienta que ha encontrado es la falsa espiritualidad del hombre enmarcada en una religión y sazonada con reglas que nada tienen que ver con la Palabra de Dios. Así es que funciona el ministerio de la mentira.
No hay nada que reemplace a la obediencia en lo que el Señor espera de nosotros.
REFLEXIÓN: Una religión siempre será algo que entretiene, pero no soluciona!
LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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