“¿Qué padre de vosotros, si su hijo
le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará
una serpiente?... Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo pidan?“ (Lucas 11:11-13)
Conversando con una persona en una
situación difícil de varios meses, le animaba a no desistir. Es necesario
entender que Dios no sólo permite en nuestras vidas lo agradable y lo cómodo;
sino que sus planes van mucho más allá de complacernos. No siempre los anhelos
del corazón son los que convienen y Él todo el tiempo está pendiente de
edificarnos y nuestro crecimiento.
Preguntaba esta persona aunque
creyente, el porqué de un periodo tan prolongado de lo que considera un tiempo
de prueba y es definitivo aprender a ser gratos con Dios en todo lo que permite
en nuestra vida, no importa la circunstancia.
De manera personal he visto esto y
considero que mantener nuestra mirada en Cristo, es la clave de un hombre o una mujer de fe
que cree en los propósitos de Dios para sus hijos. Una enfermedad prolongada o
un periodo de desempleo, nos puede formar para una tarea específica en el plan
de Dios para otros.
No siempre debemos pensar en nosotros,
es sólo esperar y actuar como esponjas que absorben el líquido que les rodea el
conocimiento y experiencia que Dios permite. Esperar la oportunidad que muy
seguramente vendrá en el tiempo del Señor, para ser útiles en una vida o vidas
carentes de esta formación.
Debemos considerar e interiorizar, que
Dios es justo y su decisión de dar o no algo, está basada en argumentos perfectos
para un si o un no. El no se niega a si mismo para bendecir o no y lo menos que
podemos esperar es que Él pase sobre Su palabra.
Que nada nos robe el gozo de recibir
de Dios, sea bueno o menos bueno. Debe ser nuestra certeza, el hecho de que
siempre recibiremos lo mejor de nuestro Creador y Padre.
PREGUNTA: Alguna vez ha recibido lo
que considera un desierto de parte de Dios?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!