martes, 21 de junio de 2011

TAREA DEL CREYENTE


Como parte del plan de salvación de Dios para el hombre, Él ha establecido entre otras tareas para el creyente, una muy importante. Esta es para aquellos que tienen un compromiso serio  y están persuadidos de la verdad de Cristo. Para aquellos que son consientes de la brecha existente entre Dios y el incrédulo. Para los que saben de la imperativa necesidad de entregar nuestras vidas a Dios.
Qué hace usted cuando recibe comida en abundancia? La comparte antes de que se pierda verdad?. Lo hace con sus padres, hermanos, vecinos, de ser posible con los indigentes y hasta con sus enemigos. Si esto hace con algo perecedero que hoy está y mañana no, qué piensa sobre algo que es de carácter eterno y que Dios tiene para todos? “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”(1 Timoteo 2:4) Es usted consiente y ha dimensionado el regalo recibido? Se ha sentado a pensar sobre lo que ha de ocurrirle a aquellos que no lo tienen y que está claramente expuesto en la Biblia? Será usted tan egoísta como para no compartirlo?
Pero cómo dirá usted? Con la perfección propia de Dios, Él también nos ha dado las herramientas adecuadas “hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo……….a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia…”(1 Corintios 12:4,8)
A los creyentes nos ha dado dones o  habilidades. Tal vez el suyo no sea de evangelista; pero sólo el amor por los que nos rodean, familia o no, amigos o no, debería bastar para hacerlos partícipes de este regalo. Cuántas veces hablamos con la persona que está al sobre el clima, política o de lo larga y demorada que está la fila en el banco? Hablémosles de Cristo y de su amor por ellos.
Un día Dios, ha de llevar a los creyentes como lo promete en Su Palabra “nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”(1Tesalonicences 4:17) y los que no creyeron se quedarán. No solo se quedarán, sino que se perderán por la eternidad, “el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15) Nosotros tuvimos la oportunidad de ayudarlos y no lo hicimos.
Lo único que debemos hacer, es cumplir con esta sencilla tarea que Dios se encarga del resto. Si nos escuchan que bendición, si nos rechazan habremos cumplido y la responsabilidad será solo de ellos.
PREGUNTA: A cuántos les ha compartido de Dios esta semana?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 -