jueves, 7 de agosto de 2025

NO APRENDEMOS

Por estos días en los que todo está entregado a una anarquía galopante, vale la pena revisar ciertos comportamientos que se siguen estableciendo como patrones de vida. Ciertas conductas que ya nos son corregidas, porque los padres ya no ejercen como Dios ordena.

No sé si usted como persona mayor se ha encontrado en el parque o en el centro comercial con la mirada desafiante de mozuelo entre diez y treinta años, en lugar de la mirada respetuosa hacia los mayores, que se nos inculcó en el pasado.

Dejan mucho que desear los padres de estos elementos, que ya no son unos pocos, sino que parecen ser todos. Muchachitos que para nada recibieron formación de hogar, sino que fueron soltados a los monitores sus celulares, portátiles o centros de “educación”, en los que ya no se sabe quién es quién.

Claro que esto lo encontramos en tiempos de el rey David Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré” (1 Reyes 1:5); que desafió la autoridad de su padre, así como lo hicieron Absalón y Abdón.

El Señor dio parámetros muy concretos en su Palabra “Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente” (Mateo 15:4).

No obstante la falta de apego y obediencia a la palabra de Dios es una constante que se repite recurrentemente. El hombre en su condición de carne caída viene, está y seguirá forjándose un futuro igualmente profetizado por Dios.

Y no estamos nada lejos de esto Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos” (2 Timoteo 3:2). Tiempos en los que ya la falta de respeto será la constante y se vendrá el caos total.

Pero esto no para ahí, llegará el tiempo en que no solo serán irreverentes sino que serán los verdugos de sus propios padres por seguir a Dios “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Mateo 24:9,10).

El panorama no luce nada amable para nadie, y esto por el constante deterioro de elementos básicos como el respeto y sobre todo la falta de  Dios y su Palabra en la sociedad.

Y para cerrar algo que inquieta aún más; estos elementos ya han entrado a ser reproductores de sus vidas en otra generación. Qué podemos esperar?. Con todo y esto, si a usted le preguntamos si ya recibió a Cristo en su vida, no sabrá qué decir!.

REFLEXIÓN: El deterioro de la sociedad es apenas prueba de lo profetizado por Dios!

LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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