Por estos días un querido amigo, hermano en la fe y excompañero de ministerio iba a ser sometido a una cirugía por la que solicitó oración, no queriendo buscar su voluntad; sino la de Dios.
No fue operado por fin, y esto debido a que el medico no pudo hacer el procedimiento al no tener el instrumental indicado. Otras dos semanas para ser nuevamente autorizado por la entidad de salud, a lo que el varón en mención dijo: “ya no me opero”.
A usted le puede sonar a negligencia o al mismo médico, pero para este hermano es la voluntad de Dios guardándolo de algo. Se trataba de un procedimiento sumamente invasivo y con un resultado incierto.
Prefiere seguir con un tratamiento que le proporciona alguna calidad de vida y sólo esperar en el plan del Señor para él. No sabemos lo que piense usted, pero para los muchos que confiamos nuestra vida un día a Cristo es lo mejor.
Pero es que se puede agravar o morir dirán otros; un día el Salvador vino y no para perpetuarse aquí como muchos pretenden en este mundo, vino para morir. Puede sonar retrógrado o hasta fanático, pero las realidades de Dios son muy diferentes a las del hombre común.
Por supuesto que esperamos lo mejor para este hermano, pero lo mejor no siempre es seguir simplemente viviendo como un vegetal. Conocemos y muy de cerca otro caso con un matrimonio mayor, en el que la posición es completamente opuesta en su calidad de incrédulos.
El mercado de medicamentos cada mes es bien nutrido en cantidad y variedad. Unos para contrarrestar una molestia, otros para aliviar otra y un tercero para cuidar de que los dos primeros no les terminen atrofiando otro órgano.
La pregunta es, eso es vida?. Será que no hay más dignidad en simplemente esperar la voluntad creadora que nos llama un día de este mundo a algo mejor como lo describe la Biblia?.
Todos y nadie escapa a esto, pensamos en la muerte física que inexorablemente vendrá, pero cual es la posición por adoptar frente a una respuesta que tarde o temprano tendremos que afrontar “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11).
La vida va más allá de lo que vemos debajo del sol, la vida eterna con Dios es algo que aceptamos o rechazamos mientras estamos en la tierra. La vida debe ser definida en términos de Dios y no de hombres.
De no ser así, Cristo sería el más triste de todos los hombres, pues vino a morir para dar vida!.
REFLEXIÓN: La vida con Dios y en la eternidad no se compara con nada aquí en la tierra!.
LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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