Por si no lo sabía y lo hemos comentado en otras reflexiones, los hechos personales, familiares, de una comunidad e incluso de una nación, escasamente trascienden unas tres generaciones. Intervienen factores como la calidad de interacción, la intensidad emocional, la importancia y el tiempo.
La historia es la única encargada de trasmitir de manera medianamente efectiva estos hechos que marcan de alguna forma el entorno. Y decimos que medianamente, en razón de que con el tiempo y más es estos días, nos encontramos con que se ha venido engañando a la gente.
No hay que ir muy lejos para confirmarlo, y vemos cómo desde escándalos particulares hasta otros de carácter mundial, han sido tergiversados o manipulados para encubrir asesinos de la talla de un Hitler.
Investigaciones serias revelan como este individuo y sus secuaces escaparon de Europa y terminaros sus vidas en Suramérica tranquilamente luego de haber robado, asesinado y destruido medio mundo.
Triste y lo único que genera paz en todo esto, es que como siempre decimos y lo confirma la Biblia, personas como estas y las que hoy andan campantes por el mundo haciendo atrocidades, podrán evadir la deficiente justicia de los hombres, pero no la de Dios.
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará “(Gálatas 6:7). Eventos como este y escándalos de corrupción como los que se esconden detrás de la religión, saldrán a flote y los responsables ya no podrán esconderse.
Desde luego que esto no es nuevo, y así como se da esto con las cosas malas, el asunto se repite cuando de hacer recordación de lo bueno se trata. Todo lo realmente excepcional que ha hecho Dios a través de la historia de la humanidad desde la eternidad y hasta la eternidad.
Documentado de forma verbal en un comienzo y ahora de la mano de Su Palabra, pero siempre con el factor predominante del olvido y posterior rechazo. “Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel” (Jueces 2:10).
La memoria del hombre es muy frágil, y esta ignorancia consciente o inconsciente, hace que se vuelva a incurrir en los mismos errores. En tiempos modernos vemos naciones enteras eligiendo a individuos corruptos como gobernantes, sin importar sus pasados.
Para el caso que nos ocupa y hablando de la Biblia, vemos como las “nuevas generaciones”, siempre han preferido ignorar los hechos que determinan la creación y posterior intervención de un Dios trino en todos los hechos que marcan al mundo “…y estas piedras servirán de monumento conmemorativo a los hijos de Israel para siempre” (Josué 4:7).
Es triste, pero ignorar o desestimar los hechos de Dios en la historia del universo, traerá consecuencias dramáticas para los que lo hacen.
REFLEXIÓN: Pretender borrar un pasado bueno o malo siempre pasará la factura!
LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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