La Biblia nos muestra todo el panorama de los hechos de Dios desde la creación, hasta los últimos días que acompañaran a esta humanidad. Esto es apenas un pequeñísima parte de la existencia del Señor que es desde la eternidad hasta la eternidad.
“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance” (Isaías 40:28)
Y como eterno que es, ha puesto también eternidad en el top de Su creación, el ser humano, y que por miles de años ha poblado la tierra con su peregrinar. Desde Adán hasta usted por lo pronto, y lo será hasta cuando Él en Su poder determine el fin de todo esto.
A lo largo de generaciones ha habido buenos y malos, y para todos y cada uno de ellos habrá una eternidad. Buena o mala también, pero cada uno recibirá en perfecta justicia lo que merece por sus acciones.
No condenamos, pero sí lo invitamos a reflexionar ahora que hay tiempo y confirmar lo hecho, o redireccionar lo vivido. De corregir lo pasado, y de la mano de Cristo restaurar su relación rota con Dios.
Y para aquellos que piensan, creen y difunden el pensamiento de que Dios es para solo unos, tenemos esta claridad bíblica “…En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10: 34b-35).
En un principio Dios apartó un pueblo para Él y ahí tenemos a Israel, que aunque apartado por el momento, un día doblará su rodilla y cada uno aceptará el plan de salvación en el Mesías que ya vino y no reconocieron.
En la actualidad tenemos en acción la parte de ese plan que contempla a gentes de todo linaje, lengua, pueblo y nación que quieran acogerse a Su llamado. Cada persona ha tenido y tendrá la oportunidad justa de escucharlo.
Obviamente como en todo lo bueno, y aún más en lo excelente de Dios, está la condición de lo bueno del mundo. Se le ha ofrecido y ofrece a todos, pero también es cierto que no todos llegaran.
Claro que lograr lo bueno puede confundirse con las obras y estas aunque importantes, son solo respuesta de la fe depositada en Jesús, el Hijo de Dios. Estamos a tan solo una decisión en fe de distancia de ser parte de Su pueblo.
Así las cosas, cada persona que ha pasado, pasa y pasará por este mundo, tendrá que enfrentarse con la realidad de estar de parte o en contra de Dios. La Biblia es fiel testimonio de cómo unos le buscan y otros le rechazan.
REFLEXIÓN: La decisión es suya apreciado lector, el balón está en su campo de juego!
LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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