En un mundo donde todo es competencia, egoísmo y el ultimo siempre será motivo de burla, vale la pena mirar cuál es la perspectiva de Dios sobre el tema, y las implicaciones para todos lo que le creen y los que no.
Los valores del mundo están tan alterados con relación al plan original del Señor, que no es difícil encontrar este tipo de vida en el hombre contemporáneo. Esto no es obviamente nuevo, esas “características” mencionadas han reinado el corazón de la humanidad entera desde su caída.
Es sólo que ahora, la competencia ya no se remite a hombres, sino que la mujer también lo hace y la lucha entre sexos es feroz. Ya por supuesto no se contempla la opción de que una mujer se case y se quede en casa.
Lo más probable es que el mismo marido sea quien se quede allí, porque alguien tiene que hacerlo y la esposa se pierde de las bendiciones de los hijos por estar enfrascada en reuniones y viajes para cubrir los gastos y justificar su papel.
Varios ministerios radiales y aun televisivos todavía presentan un mensaje al respecto, pero son tan ignorados como estériles en un mundo donde las metas personales y ese primer lugar es la prioridad.
Una reconocida profesora universitaria en Estados Unidos se dedicó a sacar adelante un estudio entre deportistas que con esfuerzo llegan al podio en cualquier disciplina. Resulta que los más felices de los tres primeros, son en su orden el cobre, el oro y la plata.
Pareciera que esto no es así, el primero obviamente gana el oro y tiene un reconocimiento que va más allá del podio, el que gana el bronce está tan feliz o más que el oro por haber logrado una medalla, pero el de la plata nunca va a superar el hecho de no haber sido el oro.
Ser el primero es importante, pero no de la forma en que se le vende la idea a los niños y jóvenes de hoy. Estamos en un tiempo donde los egresados de un pregrado sólo quieren ser gerentes y ganar y ganar como si esta hubiera sido su única motivación al capacitarse.
Es triste que los valores estén tan degradados y que aún en el caso del médico ya no exista una vocación, sino un negocio. En el caso de del piloto por ejemplo, es más el placer que experimenta al volar, que el vuelo seguro de sus pasajeros.
De otra parte, la presión de grupo se ha convertido en un elemento coadyuvante en este sentir contemporáneo y que muy poco o nada contempla la enseñanza de Jesús en este sentido “Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros” (Mateo 19:30).
Para terminar, tenemos un ejemplo bíblico de mucho alcance por la en lo que se hace, y lo confirma la cantidad de versos en que es mencionado por el mentor “Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor” (1 Corintios 4:17).
REFLEXIÓN: Como Timoteo en su glorioso segundo lugar, no siempre hace falta ser el primero!
LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡COMPARTIR PALABRA HACE LA DIFERENCIA!
