jueves, 29 de mayo de 2025

LOS ANTEOJOS

Hace unos años estaba en el mostrador (counter) de una empresa de aviación del aeropuerto de Tocúmen en la Ciudad de Panamá. En esto y adelante en la fila me encontré con la mirada de un buen amigo.

Un gran saludo ante la sorpresa, compañeros de actividad en el pasado; una vez chequeados nos encontramos con que estábamos en el mismo vuelo de regreso a nuestro país. Pasamos los controles y nos dispusimos a esperar las tres horas previas al vuelo.

Hablando y leyendo me encuentro con que él estaba haciéndolo con anteojos, cosa que me sorprendió y hasta le tomé del pelo. Comentamos el asunto y me los prestó por unos minutos; otra sorpresa, que agradable volver a leer con la comodidad que lo hacía de joven.

Como entenderá, de lo primero que hice a mi regreso fue ir a un examen de optometría. Era de especial importancia el volver a ver como antes; pero esto nos da pie a una reflexión que no es para nada nueva.

Muchas veces me encuentro con la falta de vista de casi todos los que me rodean. El caso nuestro, era de hipermetropía, algo físico, muy común para aquellos que hemos sido 20/20, y muy importante para volar.

Pero regresando a los anteojos y a la cantidad de gente que no ve a Jesús, no importando cuántas veces se les comparta y explique, algo espiritual, es interesante recordar a otros que tampoco quisieron ver.

Los fariseos y los escribas lo tuvieron frente a ellos y todavía pedían mas señales. Si revisamos lo que Jesús le contesto a Juan el Bautista al preguntar si era el Cristo “…los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;” (Lucas 7:22), tal vez empezaremos a entender.

“No hay peor ciego que el que no quiere ver” dicen por ahí, y esto lo comprueba. La gente simplemente no quiera hacerlo, y lo grave de todo esto, es que un día lo entenderán. La totalidad de los seres humanos lo hará, pero donde estarán el día que lo hagan?.

Pensamos en los que con o sin anteojos no quieren ver, y vamos aún más allá, en los que pasan toda la vida detrás de un microscopio observando lo más básico de la vida, o de los que lo hacen con un telescopio asombrándose de la creación sin contemplar al Creador de lo que ven.

Alguno en los últimos tiempos se han dignado reconocer a un Creador de todo esto, pero tristemente no pasan de ahí “…porque viendo no ven,…ni entienden” (Mateo 13:13). Su ceguera espiritual les gana y como a los fariseos y escribas, les falta lo más importante: La fe!.

REFLEXIÓN: ¡Cuán afortunados somos los que aprovechamos los anteojos espirituales!

LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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