martes, 29 de abril de 2025

VESTIDO NUEVO

A lo largo de la historia se han registrado una serie de cambios en la forma de vestir. En primera instancia y lo vemos en la Biblia, la gente pretendió cubrirse por vergüenza ya que se descubrieron desnudos “…fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” Génesis 3:7).

La verdad es que entender esto, no solo les permitió ver su desnudez, sino que llevó a la humanidad entera a la desgracia que aun vivimos, y el mismo Señor intervino lanzando la primera colección oficial de ropa  Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.” (V 3:21).

Históricamente el hombre primero se vistió para cubrir su vergüenza, luego para protegerse del frio, y posteriormente se ha convertido en un asunto que obedece a cambios culturales y sociales que terminan mostrando más un estilo de vida que una verdadera necesidad.

Pero el tema no queda ahí y en lo que a nosotros como creyentes se refiere, tenemos un tema de reflexión, no solo por el propósito mismo de la ropa y que envuelve a millones en una sociedad de consumo que raya a veces en el esnobismo.

Trajes de “diseñador” de miles y miles de dólares, que para nada miran la miseria de la mayoría de esta humanidad que un día fue echada del Jardín por desobediente. Que para nada está consciente del daño incurrido y cuyas consecuencias serán aún más complicadas.

De nada han servido miles de años para entender la verdad del daño hecho, y que no solo se queda en que nada de esto y muchas cosas más son inútiles y pasajeras, sino que lo que sigue después de esto va a ser por una eternidad.

Para usted y para mi apreciado creyente, el vestido no solo queda ahí en lo material; sino en el nuevo atuendo al que tenemos acceso a través del Señor Jesús. No podemos quedarnos con la misma ropita con la que vinimos a Él.

Tal vez no veníamos con esas túnicas de pieles literales, pero sí con una condición de carne total. Entregados a la carnalidad reflejada en “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,(Colosenses 3:8,9).

Salir de esa postración espiritual “…y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (V: 10). Pasar a lo que el Señor ha dispuesto para los que le crean  y “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;….perdonándoos unos a otros…De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros….” (V: 12-14).

REFLEXIÓN: Vestirse de Jesús, es más que ponerse ropa de marca, es cambiar de estilo de vida!

LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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