jueves, 1 de mayo de 2025

MUCHO CORAZÓN

Esta mañana escuchaba una canción del mundo que  se llama “mucho corazón”, tal vez usted la ha escuchado y como todo lo que no contempla a Dios de primero, se basa en las emociones de la carne.

Me llamó a atención, que en una de sus partes dice que antes de amar “debe tenerse fe” y posteriormente habla de una entrega total sin morir. La verdad es que no está lejos de dos verdades muy bíblicas.

Se trata de un bolero y aunque la autora no es para nada creyente, pero con algo que traemos de alguna manera en nosotros como principios básicos y que se reflejan en cosas como en una canción en este caso. Lo cierto es que nos sirve para reflexionar sobre algo muy importante: el corazón.

 Alguna vez usted se ha sentado a pensar en el suyo?; no como el músculo que es, sino con su verdadera esencia y para qué está hecho. Días atrás reflexionamos sobre el porqué de esa impotencia que se siente al compartir la salvación y no hallar receptividad.

No es de todos los casos y Gloria a Dios por aquellos que sólo necesitan un pequeño empujón; pero qué hay de los que no solo prenden como un carro al empujarlo un par de metros, sino que toca levantarlos con una grúa y nada.

Se le ha ocurrido que usted trae originalmente un corazón de piedra?. Y que una vez que llegamos a los pies de Jesús, nos es cambiado por uno de carne?. Yo creo que no, pero no necesita mucho para comprobarlo.

No tiene que ir tan lejos para darse cuenta, de que en su interior la amargura, el odio, el orgullo, el rencor y muchas otras tristes manifestaciones habitan a sus anchas. Y que las momentáneas muestras de amor hacia su prójimo, son producto de un amor “eros” que para nada se compara con el “ágape” de Dios.

Así las cosas, no solo una canción del mundo nos reta a cambiar nuestro sentir y ser como Dios quiere que seamos. El tema tiene tanto de largo como de ancho y por lo pronto, solo remitámonos a creerle al Señor cuando dice que: Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” (Ezequiel 26:36).

Uno que primero como decimos le crea a Dios, que no solo se limite a decir que cree y nada más. Es bueno recordar que este mundo está lleno de dioses y uno de esos puede ser el suyo; pero no el Dios verdadero.

Sólo cuando entramos en una relación genuina a través de Cristo, sólo como dice la canción,  que primero debemos tener fe, es cuando le damos la oportunidad al Señor de obrar y cambiar nuestros corazones y vidas.

Ahí le dejo apreciado lector, para que se documente, no con las letras del mundo, sino con la inmutable Palabra de Dios y entienda la única verdad que le transformará por la eternidad.

REFLEXIÓN: Le aseguro que usted ha cantado canciones así, pero no ha captado la verdad de Dios!

LA REFLEXION ES PARTE DE LA VIDA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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