El problema más grande del hombre a lo
largo de la historia y en su relación con el Señor, ha sido su falta de
obediencia. Ha sido más fácil para este obedecer mandatos de hombres, que la
Palabra del Dios Creador.
Esto como vemos no es para nada nuevo;
en el Edén el primer hombre y su mujer prefirieron escuchar la voz de Satanás y
de ahí en adelante casi todos. Podemos encontrar muchos ejemplos en la Biblia
de éste alejamiento por parte del hombre, dando más crédito a la palabra de un
mortal.
El ejemplo que usaremos hoy para esta reflexión, lo encontramos en el libro de
Jeremías. Dios mismo mandó a éste varón a hacer una prueba con los
descendientes de Recab. Vale recordar, que Recab es parte de la tribu de Levi y
de ahí el eco que podían tener sus palabras en sus descendientes.
Por otra parte es importante anotar,
que Recab con su hermano Baana, fueron los que mataron a Is Boset descendiente
de Saúl el primer rey de Israel. Éste rey fue depuesto por la mano de Dios y
llevó a David al trono; no obstante David sí tuvo cuidado de los descendientes vivos
de su enemigo como fue el caso de Is Boset y Mefi Boset.
El caso es que estos hombres, Recab y
su hermano lo mataron mientras tomaba la siesta y por esto fueron ejecutados
por David. A pesar de ser contados como parte de la familia de Leví, cometieron
este pecado.
Con todo y esto, el nombre de Recab y
su hijo Jonadab eran más respetados entre su familia, y el capítulo 35 de Jeremías
comienza con la obediencia de los recabitas sus ascendientes. Dios mandó a Su
profeta para probar ésta gente y resultó, que éstos preferían obedecer a su
antepasado que las directrices de Él.
“…puse delante de los hijos de la familia de
los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino. Mas ellos
dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos
ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos…” (Jeremías 35:5,6)
Como siempre y con toda razón, Dios
los reconviene por preferir la palabra de hombres a la suya y esto con sus
respectivas consecuencias “Ciertamente
los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les
dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido” (35:16).
Tuvieron por firme el
mandamiento que les dio su padre dice la Biblia e ignoraron los de Dios; por
esta razón recibieron todo lo que dice en los versos 17 y 18. Vale la pena que
usted lea todo el capítulo y medite en esto.
Si esto sucedió con
el pueblo escogido de Dios que le tenía tan cerca, qué se puede esperar de todo
el resto del mundo. Hoy y desde hace dos mil años, a través de la dispensación
de la Iglesia de Cristo, Dios está llamando a todos los pueblos no judíos al
Camino.
Falta usted si no lo
ha hecho, y le invitamos con todo respeto a contemplar seriamente esa
invitación, a obedecer y vivir la Biblia antes de que sea tarde, esto en vez de
seguir mandamientos de hombres y religiones.
REFLEXIÓN: Lo primero
es lo primero y Dios fue el Creador nó los hombres!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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