martes, 19 de enero de 2016

VAGANDO



Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre(Mateo 15:19,20)

Este término está básicamente asociado al deambular de manera física. Los vagos son los que pierden el tiempo y los recursos de alguna manera o pasan la vida sin un destino; pero hay otras formas de hacerlo y hoy hablaremos de la más perjudicial.

Se puede vagar en recuerdos normalmente agradables para la persona; pero cuando se hace en asuntos intangibles y sólo reconocidos en la memoria, se puede llegar a instancias inimaginables. Esto es lo que ocurre cuando damos rienda suelta a un caminar por lo que está depositado en el corazón.

Bien sabido es por la Biblia lo que habita en el corazón y podemos pecar delante de Dios sin mover un solo músculo. No tenemos que salir de la casa o siquiera de la habitación para introducirnos en una serie de actividades de carácter pecaminoso que no tienen límite.

Todo lo vivido en el pasado bueno o malo ha sido depositado en una especie de disco duro que en este caso se llama concupiscencia y de esto echa mano el corazón para ejecutar las más elaboradas formas de pecado“…la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:15).

Es por esto que hoy queremos alertarlo sobre el cuidado que debe tener al vagar no sólo por las calles, sino por los pensamientos impuros y que pueden constituirse en una forma de pecado oculta e imperceptible para nuestro entorno familiar; pero no para Dios.

PREGUNTA: Qué tan ocupado esta usted en su corazón?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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