“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros
os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan
testimonio de mí” (Juan
5:39)
Por estos días tuvimos la grata visita
de una querida amiga que tuvo el sentir de cambio en lo que a congregación se
refiere, y dentro de lo que quedó en claro, es que tiene un gran apetito por
aprender y crecer en las cosas del Señor.
Es interesante ver como una mujer
joven busca expandir su conocimiento y salir de ese letargo en el que ha caído
la iglesia en general. Donde estaba dice, se olvidaron de la exhortación a la santidad, al punto de que
se convive con el pecado soslayadamente y sin que nadie lo diga.
Habló y compartió de las
dispensaciones, el calvinismo, de los arminiamos y una cantidad de temas que no
son comunes al cristiano promedio. No se trata de dedicarse a la hermenéutica,
homilética o teología, pero si de estudiar y como lo dice el verso de hoy
“escudriñar”.
Escudriñar las escrituras es un
trabajo personal en el que se debe involucrar el pueblo de Dios si no quiere
parecerse al mundo. Es una responsabilidad individual y que no debe descansar
solamente en un liderazgo. Esta responsabilidad se ha delegado como hacen los
padres de hoy y que pretenden que los colegios les formen sus hijos cuando los
llamados a hacerlo son ellos.
El comentario de ella como joven,
profesional y soltera tenía que ver con la tristeza de ver a otros de su edad en
noviazgos, salidas, actividades sociales
y hasta paseos sin ningún propósito que parecían más del mundo que de
cristianos, pero que nadie cuestionaba y así el resto de la iglesia.
Es cierto, hemos entrado en una etapa
de anestesia espiritual, que no permite hacer diferencia entre lo bueno y lo
malo. El significado de estas dos palabras se ha invertido y lo que se oye
desde el púlpito se ha convertido en una costumbre que nada aporta y hace salir
tal cual se entró al templo.
La Biblia dice que los tiempos de
apostasía no vienen, que ya están vigentes y que muchos serán engañados (Mateo
24:11). Dios tiene todo esto fríamente contemplado en su plan, la
responsabilidad será individual; pero que habrán de responder aquellos que se durmieron
como el camarón y se los llevó la corriente?.
PREGUNTA: El púlpito que frecuenta
llama al conocimiento y santidad o al adormecimiento?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!