jueves, 6 de agosto de 2015

VERGÜENZA



“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” (Romanos 1:16)



Una de las grandes diferencias entre niños y adultos es la franqueza de los primeros, frente a la falta de verdad en los segundos. Unas semanas atrás en una reunión de amigos, una pequeña de diez años desarmaba el argumento de su abuela sobre el almuerzo, en algo que para la niña había sido una verdad a medias; pero para la abuela no.


La niña lo dijo con la honestidad de su corazón y me asombra todavía su ingenuidad. Un dicho del mundo reza que sólo los borrachos y los niños dicen la verdad y hay que ver que lejos estamos los adultos de la transparencia.


Es por esto que el señor Jesús, dijo que si no somos como niños no veremos Su reino. La honestidad plantea integridad y sólo así tendremos la radicalidad que los caracteriza para ver sólo lo bueno.


Al adulto incrédulo le cuesta trabajo aceptar la verdad de Dios; le da vergüenza su desnudez frente a una verdad que lo hace indigno y prefiere seguir escondido en su cobija de pecado antes de exponerse al Creador.


Muchas veces hasta el creyente se abstiene de decir la verdad para no ser descalificado; prefiere bajar la cabeza a ser marginado y el Señor dice que al que le niegue delante de lo hombres, Él también lo negará delante del Padre (Mateo 10:33).


Es por esto que Pablo lo dice abiertamente en Romanos: “no me avergüenzo”. Los niños son radicales, espontáneos, sinceros y transparentes para decir que no está bien y más cuando conocen de Dios; pero el adulto vacila en su contaminación.


Es de admirar la determinación de un niño frente a lo que acepta como una verdad, la defiende y son ejemplo a seguir. En vez de contarles a los niños tantas historias mentirosas de héroes imaginarios, deberían ser instruidos en la verdad de Dios en la seguridad de que éstos cambiarían el mundo.


PREGUNTA: Quiere usted ser niño o adulto?



REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –



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