jueves, 23 de julio de 2015

AYUDAR A DIOS



“Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra” (Salmos 37:9)


Cuántas veces se ha encontrado usted esperando algo en su vida?. Un trabajo, un proyecto, la salud perdida, un hijo o un esposo. Muchas de estas parecen no llegar o por lo menos en nuestro tiempo, sin embargo de todo esto se ocupa Dios.


Escribimos a creyentes que tienen puesta su esperanza en Dios y para los cuales Su voluntad debe ser importante; no obstante en muchos casos quisieran ayudarlo con sus recursos e ideas.


Hoy tenemos un ejemplo clásico de la Biblia y cuyas consecuencias determinaron un cambio significativo en los planes de Dios para Su pueblo. Cuando Él vio la necesidad de Abraham y Sara de procrear, les dio una promesa  que se iba a concretar en el tiempo y poder de Él.


Al hablar de un hombre finito e imperfecto todo puede pasar y está sujeto a cambios o imprevistos; pero cuando lo hacemos del Todopoderoso, nuestro deber no puede ir más allá de confiar y esperar.


El caso de Abraham ha dejado una secuela de conflictos que aún no termina para sus descendientes; que comenzó con el nacimiento de Ismael en una esclava egipcia aunque esto era una práctica muy usual en esas culturas y sólo con ánimo de ayudar en aquella promesa.


Han pasado varios siglos, sus consecuencias están ahí y van a estar hasta el fin de los tiempos. No hay nada más nocivo en nuestra relación con Dios que pretender ayudar Al que todo lo puede y el paso dado por Abraham no fue el indicado.


Hay personas que en su afán de tener familia acuden a tratamientos de inseminación, contratan un vientre o adoptan entre otras opciones. Lo claro es que en cualquiera de estas no se está aceptando la voluntad de Dios, priman sus deseos y recurren a procedimientos no aprobados por Dios y sin tener en cuenta las consecuencias de su falta de fe.


Es por eso apreciado lector que si usted está esperando algo del Señor, le invitamos a obedecer, a esperar, a confiar y poner en práctica su fe. A entender que nada de lo que usted pueda inventarse por creativo que sea, podrá ser de más bendición que lo que el mismo Dios le dará (Salmos 146:5).


PREGUNTA: Qué esta esperando de Dios?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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