martes, 16 de junio de 2015

EXCUSAS



Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí (Génesis 3:12-13)

Siempre en la vida del ser humano la excusa ha sido una constante y qué difícil es encontrar a alguien que acepte su responsabilidad sin peros. Desde la primera pareja encontramos un hombre y una mujer que no estuvieron dispuestos a aceptar la suya y acercarse a Dios.

Si encontramos con un choque vehicular en la calle, lo más probable es que ninguno de los conductores esté dispuesto a admitir su equivocación y menos a resarcir el daño. Prefieren dejar empapelados los carros en un proceso dispendioso o entregar el problema a los seguros antes que ceder.

En uno de los infaltables roces de pareja en el matrimonio frente a algún asunto, por lo general ambos quieren tener la razón y no existe esa voluntad de conciliación, respecto y cuidado que la pareja debe tener entre si.

“La mujer que me diste me dio de comer….” dijo el hombre, “la serpiente me engañó” aseguró la mujer; pero ninguno tomó la iniciativa de arrepentimiento frente a la falta. Si la respuesta hubiera sido de aceptación, otro gallo cantaría y la tierra no habría sido maldecida.

Este es un ejemplo claro de lo que no debe hacer el hombre, y se sigue repitiendo en un círculo vicioso que lleva a la humanidad al desastre. Pecado, no arrepentimiento y alejamiento sigue siendo el ciclo.

Siempre una excusa y nada de aceptar la necesidad de perdón y restitución al camino. En el hombre contemporáneo se advierte la misma conducta y cuidado se le llama “pecador”. Prefiere el castigo a la humillación que implica arrepentirse y el orgullo sigue siendo el protagonista.

PREGUNTA: Acepta usted su culpabilidad?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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