“Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal” (1Pedro 3:12)
Pareciera que el mal fluye en el mundo
sin que nadie lo controle. Todos los días vemos el crimen en las calles, los
grupos de delincuencia organizada, el abierto antagonismo entre los que quieren
dominar el mundo a como de lugar y los escándalos de toda clase entre los
dirigentes en todo orden y las altas esferas de la justicia.
Estos últimos tienen inclusive la
posibilidad de justificar sus acciones con las leyes que ellos mismos aprueban,
mientras que al pobre lo encierran por robar un mendrugo de pan para sus hijos
hambrientos.
Si no fuera por el verso que nos
inspira hoy, la verdad es que no tendríamos esperanza de ver justicia. El mal
nos afrenta permanentemente, sin embargo existe una fuerza Todopoderosa que nos
guarda y es la del Señor.
Todos estos sujetos investidos de
poder o riqueza, hacen lo que les place y creen en su ignorancia que todo se va
a quedar así. Tal vez aquí en la tierra donde todo se puede comprar incluyendo
las conciencias de los jueces y los políticos; pero “el
rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal”.
No hay a quien acudir, pues si las
autoridades del común están corrompidas, aquellas instancias a las que se
supone que se debe ir para denunciarlos también lo están. La Biblia dice que
las autoridades y la justicia impartida por ellos fue puesta por Dios y que
debemos sujetarnos a esta por mala que sea en obediencia a Él (Romanos 13:1);
lo que no saben estos pretenciosos instrumentos del mal, es que un día van a
tener que dar cuenta al Señor por el encargo puesto en sus manos.
Por lo pronto sólo resta confiar en
que la Palabra de Dios se cumple y que la venganza es sólo suya (Romanos 12:19).
Es cierto que el mundo moderno sólo corresponde a una tierra en maldición desde
el comienzo y de ésta es que Dios lo invita a salir recibiendo a Jesucristo.
No sabemos cuál es su pensar apreciado
lector, si está tan conformado a esto que prefiere seguir así; pero nuestra
invitación sincera es a que salga de ahí pues todavía hay una oportunidad.
PREGUNTA: En quién está depositada su
esperanza?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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