“Tú solo eres Jehová; tú
hiciste los cielos, y los cielos de los
cielos, con todo su ejército, la
tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los
cielos te adoran” (Nehemías
9:6)
Para alguien interesado en la
fotografía a nivel aficionado o profesional, estar desenfocado termina con su
propósito. Existen agencias internacionales dedicadas a plasmar en fotografías
la creación entera y cada vez que vemos sus trabajos en libros o revistas, no
tenemos otra opción diferente a asombrarnos por lo creado.
El propósito de Dios fue proveer al
hombre de todas las herramientas para subsistir en la tierra; sin embargo hoy
este mismo ser, antepone y utiliza la misma creación para cuestionar al que la
hizo.
El estudio de la creación ha
desarrollado una barrera llamada humanismo en todas sus facetas, que se dedica
a ir en contra de lo absoluto de Dios. Cuando el Señor dijo: “Hágase”,
simplemente las cosas fueron de lo que no existía, y es ahí donde la fe juega
un papel definitivo.
Si el hombre pretende seguir jugando a
ser juez de su Creador, tarde o temprano se estrellará con algo que sólo
pretendía bendecirlo. No podemos imaginar siquiera a la Mona Lisa cuestionando
a Leonardo por que no la pintó rubia y con ojos claros; mucho menos al hombre pretendiendo
descalificar al que hizo los mares y la tierra.
Que la creación nos asombre sí y que
no sea sólo esta la que adore a Dios; que nos maraville al punto de alabar y
exaltar al Dios que la hizo y no para cuestionarle; para reconocerle en
nuestras vidas y restaurar nuestra relación rota con Él en su Hijo Jesucristo!
PREGUNTA: Qué tan grande es su
desenfoque?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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