“No oprimirás a tu
prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta
la mañana” (Levítico
19:13)
Durante años nos preguntamos el porqué
de los conflictos entre pueblos, razas y naciones y aunque todo esto está
escrito, debemos comenzar por analizar las relaciones más básicas.
Cómo trato al que está al lado?.
Estaré tratando al próximo de la forma adecuada o simplemente desarrollo una
agresión sistemática contra los que no miran, caminan o piensan de la misma
forma que yo.
Si aspiro a ser respetado, considerado
y valorado, lo mínimo que puedo hacer es dar aquello a lo que aspiro para mí.
No es necesario hablar en términos de Dios para saber que siempre nuestros
derechos terminan donde comienzan los del otro.
Pero hablemos del próximo por que este
es el origen de la palabra “prójimo” tantas veces mencionada en la Biblia. Dios
dice claramente en el segundo mandamiento que debo amar al próximo como a mi
mismo (Mateo 19:19), y en este orden de
ideas estoy obedeciendo o no?
En el metro, en el bus o en el carro, en hora pico
estoy teniendo cuidado del que está al lado o lo agredo por la más mínima e
involuntaria falta de su parte. No me excluyo de esto y meditando sobre el tema
en el transporte público, primero debería pensar que si alguien me pisa no lo
hace intencionalmente sino por accidente.
Nos falta mucho de esa compasión que
Dios nos ha mostrado por nosotros y de esa misericordia que en Él es infinita.
Sería interesante ver como en el relato de la paja en el ojo ajeno, cuál es
primero en nuestra forma de dirigirnos a los demás, para esperar una respuesta
similar.
PREGUNTA: Se ha sentido agredido hoy?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!