“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió,
tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24)
En este preciso momento cuando usted
lee esta reflexión puede usted estar
viajando, trabajando o en casa; en el computador, el celular o descansando,
pero qué pasa si le digo que usted está muerto.
Los muertos físicamente hablando no se
mueven, hablan o piensan; pero los espirituales si y usted es uno de estos si
no ha restablecido su relación rota con Dios.
La Biblia enseña claramente nuestra condición previa y posterior a nuestro encuentro con Cristo. No hace mucho comentábamos sobre la diferencia entre una criatura y un hijo de Dios, y este es un paralelo similar.
El pecado de la primera pareja destituyó a la raza humana de la vida espiritual y esto se traslada a cada ser que nace en el mundo pues somos herederos de ellos.
La Biblia enseña claramente nuestra condición previa y posterior a nuestro encuentro con Cristo. No hace mucho comentábamos sobre la diferencia entre una criatura y un hijo de Dios, y este es un paralelo similar.
El pecado de la primera pareja destituyó a la raza humana de la vida espiritual y esto se traslada a cada ser que nace en el mundo pues somos herederos de ellos.
En Mateo 8:22 la Palabra nos muestra como
muertos vivientes: “Jesús le dijo: Sígueme; deja
que los muertos entierren a sus muertos” y en Efesios 5:14 y 2:1,
nos deja ver como pasamos de muerte a vida cuando
aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal: “Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y
levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo”, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”.
Esta declaración es contundente y no tenemos
que buscar nada más para entender una verdad tan elemental; pero tan definitiva
en nuestra vida. Es por eso que reiteradamente se nos invita a sembrar y hacer tesoros
para la vida eterna.
Todo lo que hacemos en este mundo ha
de perderse, pues este es un tiempo de transición y no definitivo para el ser
humano. No hay entierro con trasteo y es por esto que los vestidos para los
muertos no tienen bolsillos.
Para qué molestarse el sastre en hacer
bolsillos en un traje que no los necesita?. Dicen que esta vida es de los
vivos, pero vale la pena recapacitar sobre qué tan vivos están realmente.
PREGUNTA: Alguna vez contempló estar
muerto en vida?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!
