“Y el que fuere inmundo,
y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por
cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová” (Números 19:20)
Dentro de las circunstancias que
acompañan a la Iglesia de hoy, nos encontramos con serie de personas que
podríamos clasificar como “cristianos incrédulos”. Cómo así dirá usted y el
asunto es muy sencillo.
Si usted se encuentra con personas en
el templo que no llegan a buscar de Dios previo al servicio, si a lo largo de
la semana llevan una vida mundanal y apartada de los parámetros de un creyente, o cualquier comportamiento similar podemos hablar así de ellos.
No es bueno juzgar, no somos los indicados
y sólo estamos exhortando a buscar un verdadero cambio. Para tomar sólo uno de estos
ejemplos, podemos citar una parte de la Biblia, en la que se habla de la
reverencia con la que cualquier persona se acercaba al templo.
Era tal la reverencia del pueblo en tiempos del Antiguo Testamento, que el no
tenerla significaba la muerte y cualquiera que pretendiera presentar sacrificio
sin estar purificado no podía esperar algo diferente. Asistir al templo iba
acompañado de un atuendo decoroso, silencio, temor, respeto, reverencia y la verdad
es que la iglesia de hoy no tiene nada de esto. Entran
como a cualquier confitería, comen, hablan, beben, hacen ruido y hasta dejan la basura.
Si la gente del mundo va a teatro no hace esto por
cultura o por que se les llama la atención, pero en el templo de Dios parece
que los creyentes estuvieran en cine, dejando ver tristemente el dios que tienen.
A los templos de la religión tradicional se ingresa en silencio, sin hacer ruido con los tacones, caminando en puntillas para evitarlo, y si es necesario decir algo se hace a través de un susurro.
A los templos de la religión tradicional se ingresa en silencio, sin hacer ruido con los tacones, caminando en puntillas para evitarlo, y si es necesario decir algo se hace a través de un susurro.
Vemos “cristianos” provenientes de
esta religión que se olvidaron de esa religiosidad respetuosa y la cambiaron por
una libertad que no existe. Si es que van a un sitio en el que ser cristiano
implica un encuentro con Cristo, será que se han encontrado realmente con
Él?.
Para esto y para muchas actividades relacionadas
con el comportamiento de un verdadero cristiano se es igual. Seguir en este
relajamiento tiene sus implicaciones y cabe preguntar para dónde creen que van?.
PREGUNTA: Es reverente su estadía en el templo de Dios?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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