“Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que
se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os
digo que muchos procurarán entrar, y no podrán“(Lucas 13:23,24)
La humanidad siempre ha buscado la
respuesta fácil a todo los problemas y ese tipo de respuesta es la que nos
tiene hoy con una sociedad totalmente permisiva y falta de principios. El
relativismo se ha tomado el mundo y cada vez son más los que se conforman con
asumir poca o ninguna responsabilidad frente a los principios de Dios.
Esa posición es propia de los que
quieren vivir con el menor esfuerzo y en un entorno de comodidad; pero con cero
compromisos. Esa zona de confort implica un nada que cumplir o un nada que
implique ir un poco más allá.
Cuando a una persona se le habla de
Dios y lo que Él espera de nosotros en términos laxos, no se puede esperar
ningún cambio. Que necesidad tenemos de esforzarnos en un programa de
transformación si se nos muestra sólo una cara de Dios.
Un padre de familia puede ser muy
amoroso con sus hijos; pero si estos no son disciplinados frente a sus faltas,
no va a obtener gente confiable y responsable. Dios es amor bíblicamente
hablando; pero también es “fuego consumidor”. En Hebreos dice: “! Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (10:31),
y esto no lo dice por asustarnos, sino para mostrarnos que así como Dios ha
amado a la humanidad desde el principio, también la llamará a cuentas.
Todo esto para explicar que esa
comodidad que aparenta ser la mejor y sin compromiso, es símil de aquella
puerta amplia por la que todo el mundo va a la perdición y que sólo aquellos
que busquen a Dios y se comprometan con Cristo, podrán entrar por la puerta
angosta del cielo.
Nada se logra sin esfuerzo y aunque
Dios nos da la salvación en Cristo por Gracia y no por obras, esta misma fe sin
obras es muerta. Parece contradecirse; pero en esta salvación las obras serán
apenas el resultado de haber aceptado a Cristo por “fe” primero.
PREGUNTA: Es usted el cómodo de la puerta
ancha?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!