jueves, 29 de enero de 2015

ORÓ POR USTED



“…por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.  Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno “(Juan 17:19-21)

Alguna vez usted se ha puesto a pensar que el Señor Jesucristo oró por usted antes de ser sacrificado?. Parece increíble que el mismo Dios haya pensado en usted de manera individual. La Palabra lo describe así como cuando lo hizo por otros  que fueron sanados, liberados, resucitados o salvados.

Lo leemos sobre otros y podemos tener la certeza de que todo lo que Dios se ha propuesto por usted se cumplirá. A lo largo de los evangelios encontramos múltiples oraciones de Cristo por adúlteros, corruptos, cojos, ciegos, sordos, endemoniados, muertos, multiplicación de alimentos  y otros.

En el verso de hoy vemos claramente cómo nos menciona a usted y a mi, no se limita a orar por la gente de su tiempo; sino por los que hemos creído y va más allá; por los que han a creer.

La Palabra de Dios es eficaz y más cortante que espada de dos filos (Hebreos 4:12) y es por esto que nuestro acercamiento y proceso de santificación para Dios está asegurado, pues Él termina lo que comienza. No por nuestros méritos o capacidades; sino por la palabra de Dios y Su Gracia.

Cuando el señor Jesús dijo “escrito está”, no estaba refiriéndose a palabras de hombres en cualquier libro del mundo, estaba hablando de lo que contiene la Biblia, y si ha sido tan efectiva a lo largo de siglos e instancias tan inverosímiles como cuando abrió el mar rojo, lo será para todos los que crean.

Debemos sentirnos honrados, de que el señor Jesús se haya un tomado un tiempo para nosotros; nuestro deber es creer y obedecer en su omnisciencia, Todopoder y por que Él está con usted y conmigo ahora mismo. Cómo llegar delante de Él y  negar nuestra falta de gratitud con alguien que se ha pensado en nosotros desde antes de la fundación del mundo?

El reto es interesante, pues sabernos incluidos en las oraciones del Señor, nos exige mucho más en compromiso y lealtad. Saber esto debería llevarnos a otra instancia; a buscarle permanentemente, a dejar la pereza, la televisión y otros sofismas de distracción que para nada aportan en la vida y menos para la eternidad.

PREGUNTA: Pensó alguna vez en la oración de Cristo por usted?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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