martes, 27 de enero de 2015

LA LEY



“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:8)

Contrario a la Gracia de Dios expuesta la semana anterior, encontramos aquellos que viven tratando de ser como judíos. Es claro que nada tenemos en común con los judíos, salvo el género humano y el Señor Jesucristo, a quien un día ellos también reconocerán como su Mesías.

Sin embargo existen muchas denominaciones que pretenden ajustar dentro de los parámetros de la salvación a través de sus obras. Vivir, comer o vestir de tal o cual forma no los hace más aceptos delante de Dios, por el contrario los separa de la promesa.

Cuando alguna congregación  trata de reemplazar el sacrificio perfecto del Señor Jesús en la cruz, absteniéndose de comer algunos alimentos, vistiendo de cierta forma o prohibiendo el maquillaje en la mujer entre otras, se está negando la eficiencia del plan de Dios.

Se está subestimando a Cristo y por ende rechazando su sacrificio, y quién es el hombre para pretender tal cosa?. Tratar de imitar los ritos entregados a los judíos por Dios en la ley mosaica es un error, que sin exagerar pone en juego el bienestar eterno de los que lo practican.

El mismo plan de Cristo ha sido expuesto a los judíos ante la ineficiencia de la ley para su salvación, con mucha más razón en el caso de los gentiles que son todos los pueblos fuera de ellos. Pablo conminó a Pedro a no judaizar cuando dijo: “Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?” (Gálatas 2:14)

En este orden de ideas, ser legalista o judaizante es un asunto bastante serio, que se subestima o se ignora aún por personas con un corazón sincero para Dios; pero mal orientadas.

No importando si están siendo mal adoctrinadas, es deber individual escudriñar y buscar la verdad bíblica por encima de todo. Existen algunas sectas que proponen un camino sin Cristo como el eje central de la salvación y no distan de aquellas que promueven un Evangelio tergiversado.

La tarea propuesta hoy desde este púlpito, es buscar la verdad en la Biblia por encima de cualquier dogma, tendencia, doctrina o palabra de hombre y evitar algo que Dios condena; agregar a la Palabra cosas que Él no ha dicho.

PREGUNTA: Está usted en camino bíblico indicado?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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