“ Y
cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que
sobraron, para que no se pierda nada” (Juan 6:12)
El verso central de
la reflexión, nos habla de uno de
esos días en los que el señor Jesús orando al cielo, alimentó a cinco mil que
le seguían sin contar mujeres o niños. Esto lo hizo a partir de cinco panes y
dos peces; pero a pesar de ser el Dios que provee los alimentos del mundo, tuvo
cuidado de no perder el sobrante.
El asunto a comentar
es muy simple. Qué pensará Dios al ver noticias del mundo con cifras como
estas:
-
2.000 millones de toneladas de alimentos, terminan en la
basura anualmente.
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Sólo en el Reino Unido, hasta el 30 por ciento de los cultivos de hortalizas no
se cosecha porque su apariencia no cumple los criterios exigidos por los
consumidores.
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Unos 550.000 millones de metros cúbicos de agua, otro bien escaso o inexistente
en muchos países, se usan por año para cultivar productos que nunca llegan al
consumidor.
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Entre un cuarto y un tercio de los cerca de 4000 millones de toneladas métricas
de alimentos producidos para el consumo humano se pierde o desperdicia
anualmente.
-
América del Norte y Oceanía pierden o desperdician casi la mitad de lo que
producen.
-
Más del 50 % de la comida que se pierde y desperdicia en los países
desarrollados, se da durante el consumo de la misma y por lo general como
resultado de la decisión deliberada de tirarla.
Millones
de personas mueren por falta de alimento o agua; pero también millones de toneladas
métricas de estos vitales recursos se desperdician. Cuál podrá ser nuestra
respuesta a Dios con el panorama de unos que mueren por no tener lo que otros
botan?.
Será que si el Dador de la vida cuidó de
no botar unos pocos peces y unos panes, se agrada de la forma como en los países
desarrollados se dilapidan los recursos?. En ocasiones no entendemos el porqué
de muchas cosas que permite Dios; pero si analizamos este y otros tantos
factores en los que el hombre se convierte en el verdugo de su prójimo, tal vez
podamos entender.
Mientras unos no tienen que ponerse,
otros gastan cientos o miles en un pantalón de diseñador como si esto hiciera
la diferencia. El mono aunque se vista de seda, mono se queda y mientras unos
duermen bajo la lluvia guardados por unos cartones, otros tienen que vivir en
una mansión de millones de dólares.
No hay forma de quejarnos cuando Dios
haga justo juicio de todas aquellas cosas, en las que hemos participado con una
indiferencia que mata.
No sólo se mata con un arma!
PREGUNTA: Ha examinado usted su
conducta frente a esto?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!