“E hizo
lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová” (2 Crónicas 12:14)
Si
nos detenemos a buscar el origen del mal en el mundo, no tardaremos en
encontrar su relación directa con el pecado. Dios desde la creación ha
determinado lo bueno y lo malo, así como lo hizo con el frio y el calor y estas
constantes no son alterables.
Es
sólo que el desarrollo del pecado ha llegado a tal punto, que a cualquiera de
sus manifestaciones se le ve hoy como algo perfectamente natural. En estos tiempos
no sólo se asesina a una persona de manera física y se le ve como una noticia
más; sino que se desarrolla un sicariato abierto a la dignidad y la honra del
prójimo permanente.
Todo
se acepta, todo se permite y la gente está tan cargada de derechos, que los
deberes ya no son aceptados en la vida de la sociedad. Pareciera que hoy tiene
más derechos el mal que el bien. Se roba o se es corrupto y se tolera; así como
se permite asesinar a un bebé en el vientre sin que nadie defienda sus derechos
más básicos.
Un
niño está expuesto a la muerte desde el mismo vientre, al abandono en su tierna
edad o condenado a crecer en un medio de homosexualismo o prostitución en su
propia casa sin que medie autoridad alguna.
Esto
está claramente descrito en una sola frase de 2 Crónicas 12:14: “nadie puede
hacer lo bueno cuando no hay disposición de corazón para Dios”. No hace falta
ir lejos para comprobarlo en la vida personal diaria; sólo cuando buscamos de
Él (Dios), podemos lograrlo y cualquier intento individual será estéril.
Esta
disposición no cae del cielo, es una decisión personal; Dios es respetuoso de
nuestra de nuestra manera de pensar; pero no podemos esperar nada bueno ahora o
en la eternidad cuando le rechazamos. El mensaje del Señor es tan claro que
cualquier bebé espiritual bien intencionado lo puede entender y esta misma
claridad será la que nos salve o nos condene.
PREGUNTA:
Quedó claro el porqué del bien o del mal?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!
