Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados,
que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos
de huesos de muertos y de toda inmundicia”
(Mateo 23:27)
Mucho tiempo ha pasado la humanidad llevada
por una aparente seguridad en dogmas y parámetros de moralidad de una religión.
Una moralidad que sólo se remite a predicar; pero muy poco de aplicación
practica o transformación genuina. No haga esto o aquello, no diga tal o cual
cosa; pero no va más allá.
El mundo esta tan hastiado de esto, que hasta esa
falsa moralidad ya ha desaparecido y se rechaza abiertamente. La mujer o el
hombre que no ve funcionar su matrimonio, simplemente cambia de pareja y listo,
los jóvenes ya no lo contemplan como la opción para su futuro y se juntan como cualquier
especie.
En los colegios se persiguen de una manera
absurda en un matoneo que viene de casa, se retan para peleas callejeras en las
redes sociales y se matan entre si. Los hogares paralelos son toda una práctica
normal, en una clara muestra de adulterio consentido como parte del caos
reinante.
Aquellos que ocultaban sus equivocadas
preferencias sexuales por vergüenza, ya no lo hacen y por el contrario exigen
derechos. Lo que resulta grave es que los difusores de todos esos dogmas y
reglas de moralidad, ya se reúnen para ver la forma de abrir la puerta y acoger
todas estas formas de pecado como parte de lo que llaman su iglesia.
Triste balance de un falsa moralidad basada en palabras de
hombres, que deja como resultado el alejamiento de la palabra de Dios y el
caldo de cultivo perfecto para que la sociedad viva en el escepticismo y la
desconfianza.
Una
y otra vez llegamos a la conclusión, de que la palabra contenida en la Biblia
es la única que tiene el poder de formar “Instruye al niño en su camino, Y aun
cuando fuere viejo no se apartará de él”, o
en su defecto transformar vidas.
Mucho
tiempo de esto se ha tenido, como para no ver la necesidad de reflexionar y cambiar. Este es un mundo
que se desmorona sin Cristo!
PREGUNTA: Su vida se basa en moral o en
la palabra de Dios?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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