jueves, 23 de octubre de 2014

EL DELANTAL



Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto” (Génesis 3:8)

Frente a una clara instrucción impartida por Dios, Adán y Eva desobedecieron. A pesar de que Dios ya sabia lo ocurrido, los llamó luego para preguntarles cómo iban y ellos optaron por esconderse ante la vergüenza de saberse desnudos.


Ya entendían esto y otras cosas más, sin embrago pretendieron solucionar el asunto con un delantal de hojas de higuera “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” (Génesis 3:7). El que estuvieran desnudos era lo de menos, lo realmente grave era la desobediencia y esa manifestación de codicia al querer ser como Dios, cuando Satanás les dijo: “…sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3:5). Esto pudo más!.


El pecado abunda en la vida del hombre y en algunos casos de manera oculta, Dios lo conoce y si la solución fuera cubrirse, cada uno debería portar un delantal. Por las conciencias cauterizadas en la sociedad, el pecado se ha convertido en una forma de vida; pero como en el caso de la primera pareja, para nada sirve encubrirlo.


La desobediencia frente a Dios es una sola, no importa si uno miente, roba, fornica o mata, el tema se remite a no cumplir con Su voluntad. Lo complejo del asunto viene cuando vemos que la desobediencia no solo es exclusiva en los incrédulos, sino que en el cuerpo creyente (la iglesia), también hay lugar para ella.


Por falta de compromiso genuino, mas no por falta de conocimiento y no hay delantal o abrigo que pueda ocultar el pecado que habita en el corazón del hombre. No podemos seguir encubriendo el pecado, pues el conocimiento de la Palabra no sólo contribuye en la salvación; sino que también condena. 


Ya deberiamos saber las implicaciones de estar advertidos y no obedecer como ocurrió con los padres de la humanidad, que el único camino para limpiar y no encubrir el pecado ha sido y será el Señor Jesucristo y su cruz.


Es hora de reflexionar de una manera seria sobre lo que ocultamos y que nadie ve por el delantal de títulos o riqueza que tenemos.


PREGUNTA: De qué está hecho su delantal?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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