jueves, 18 de septiembre de 2014

OBTUSOS



Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia… Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:11-14)

Cada ser humano tiene la posibilidad de mirar y evaluar su condición en el mundo. Desde cualquiera que sea su perspectiva de comodidad o necesidad, el hombre debe llegar a un punto, en el cual no encuentre nada mejor que anhelar estar con Dios.


Por convicción o por puro agotamiento en una vida sin sentido y en el vacío que le acude buscará un poco de Dios. El padre del ateísmo, que fue un acérrimo enemigo de la cruz por obvias razones, en sus últimos momentos de vida buscó de Dios al encontrarse con que su mensaje nada era y nada será.


Las metas de carácter mediático priman sobre las de largo plazo, y el hombre prefiere creer en lo que tiene a la vista, sobre ese Alguien intangible para él; pero con evidencias palpables.


Noé fue un hombre con un corazón entendido y dispuesto para las cosas de Dios. Las instrucciones recibidas para la construcción del arca fueron precisas; le llevó más de cien años llevarlas a cabo y esto tenía varios propósitos. Uno de estos era evidentemente salvarlo con los suyos por su fe y obediencia, otro preservar algunos especímenes del reino animal frente a la destrucción que venía y por último dar espera para el arrepentimiento de los hombres de aquel tiempo.


Estos hombres vieron de primera mano o escucharon al que para ellos era un loco con un plan utópico. Lo tildaron de fanático y engreído por su seguridad en lo que Dios le había dicho. Se burlaron de él  y hasta lo agredieron por construir un barco en una montaña a kilómetros del mar y en un tiempo en el que no se conocía la lluvia como para esperar un diluvio.


Hoy la ciencia nos permite saber, que el fin del planeta se acerca y todas las cosas están dadas para el fin descrito en la Biblia. El panorama profético se ha cumplido y seguirá cumpliéndose frente a lo obtuso y orgulloso del hombre. No quieren creer, basados en una lógica finita de hombres finitos.


La invitación para usted, es a mirar un poquito más allá del entorno físico e intelectual que le rodea; a que haga primar en usted la necesidad espiritual, sobre cualquier otro aspecto visible y no se quede fuera como los hombres en los tiempos de Noé.

PREGUNTA: Y usted ya se subió al arca?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –



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