“Sembráis mucho, y
recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os
calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto” (Hageo 1:6)
La vida del cristiano no es fácil y la
podemos comparar a la de una paloma tratando de vivir al interior de una
comunidad de aves de rapiña. Mientras la primera tiene como propósito diario el
recolectar granos y pequeñas ramas de arboles para alimentarse, las segundas
andan buscando una presa para atraparla, matarla y comer también.
La vida del hombre actual en cualquier
esfera, es de una constante lucha por conseguir sus deseos egoístas a cualquier
precio, en tanto que el creyente espera y confía en Dios para sus necesidades
básicas.
Hacemos la diferencia entre lo básico
y lo suntuario, pues la humanidad cada vez quiere más. No importa su estrato o
clase, el hombre nunca ve satisfecho ese deseo de algo más. Que importante
sería que el ser humano, comprendiera la diferencia entre lo que se necesita y
lo que se desea.
No importa si hay que mentir, robar,
sobornar o inclusive matar, lo que interesa es la satisfacción de esos deseos
egoístas sin contemplar el bienestar de los demás.
Este hombre tan lejos de Dios y sin
principios, es el que con sólo mencionar Su nombre se siente agredido. De ahí
que la Biblia afirme que no hay ni uno bueno y que sólo aquellos que aceptan a
Cristo como mediador, podrán cambiar esta condición.
Es por esto que el creyente es mirado
como bicho raro en un entorno de corrupción generalizado. Desde las altas
esferas de la sociedad y el gobierno que obviamente persiguen los grandes
negocios, hasta el más humilde que trata de evadir el pago del transporte o el
impuesto.
Todo está “permeado” de corrupción y
lo más grave es esa “impermeabilidad” hacia la palabra de Dios. Preocupante por
lo que tiene que ver con ellos; pero esperanzador para el seguidor de la
Biblia, que simplemente ve cómo se cumple esta Palabra en cada punto y coma.
PREGUNTA: Alguna vez ha sentido este
entorno?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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