jueves, 28 de agosto de 2014

RASPANDO



“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:14)


Dentro de lo que hoy se llama Cristianismo Protestante  Evangélico, debemos tener cuidado de dónde y con quién nos congregamos. Nuestro propósito no es juzgar y Dios nos guarde de hacer algo que sólo está destinado para Él como único y justo Juez.


Hay tanta tela de donde cortar y obviamente no todo es malo; pero es nuestro deber advertir sobre muchos que dicen ser; pero que no lo son. Gente que ve, escucha, habla o predica; pero no vive una fe genuina.


No sólo el creyente de banca, sino el líder en cuya persona descansa una responsabilidad de una dimensión insospechada “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación” (Santiago 3:1). Dios es claro y no habrá excusa válida delante de Él “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Santiago 4:17)


Obviamente esto alimenta el escepticismo y dureza de corazón de los muchos que aún no creen. Ver malos ejemplos y vidas que aún predicando, hacen lo que Dios repudia; se convierte en el más fuerte argumento de Satanás para engañar al perdido.


Cómo presentar el argumento de la salvación, cuando se ha tenido alguien cercano rezando algo que no aplica. Entendible si; pero es ahí donde está nuestro deber de compartir el evangelio, no con palabrería de hombres y espiritualizándolo todo; sino con la firmeza de un testimonio genuino.


El mensaje de hoy es breve; pero con un alcance importante como el de la misma salvación; pues la responsabilidad adquirida delante de Dios, marcará la diferencia en la iglesia una vez que esté en Su presencia.


Llegar con una santidad sin la cual nadie le verá según la Biblia, con coronas o sin ellas y no como el estudiante mediocre que escasamente pasa la materia; por que triste será, que podamos entrar al cielo con un tres rapado y no con un cinco laureado.


La invitación de hoy, es a que si usted ya conoce de Dios y a su hijo Jesucristo, haga un repaso de su diario vivir. No sólo el que fornica o mata peca, y con Biblia en mano determine si usted hace parte de algo de lo que no se habla mucho en los púlpitos: Los “falsos” creyentes que ocupan los templos.

PREGUNTA: Blanco o negro, falso o genuino, frio o caliente, y usted?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


¡SI EN ALGO LE HA ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!