jueves, 12 de junio de 2014

VERDADES BÁSICAS – LA SANTA CENA



…Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.  Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí .Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”(1 Corintios 11:23 – 26)


La otra práctica dejada por el señor Jesús como parte de sus ordenanzas, es la Santa Cena. Esta es una actividad de una solemnidad especial, que no tiene otro fin  diferente al de conmemorar el nuevo Pacto hecho en Él y no implica una confirmación de perdón de pecados, ni tiene trasfondo místico alguno.


Es una sencilla actividad, que nos lleva a recordar el nuevo pacto establecido con el Señor en la última cena a su paso por la tierra y que por su misma solemnidad, tiene ciertos unos requisitos de una importancia especial en la vida del creyente.


La Biblia instruye a la iglesia, para que cada participante se pruebe a si mismo antes de tomarla y ver si su vida está cumpliendo con la santidad que Dios espera. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí” (1 Corintios 11:27 – 30). Habla de que si hay pecado de cualquier clase, esta Cena se puede convertir en motivo de juicio, de maldición y no bendición para el que la toma.


De otra parte y a nivel tanto de creyente como de iglesia, pide que no haya asuntos pendientes con el prójimo o dentro de la misma. De ser así, se estaría obrando hipócritamente y tampoco debería tomarse, pues una iglesia dividida no es digna de tomarla.


No parece relevante el asunto y en algunos casos se toma más por costumbre (rito) que por convicción. La verdad es que como todos los encargos de Dios Padre y en este caso los dejados por su hijo Jesús, es vital para el creyente cumplirlos y es por esto que se hace énfasis en su práctica y en la forma de hacerlo La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Corintios 10:16).


Es interesante que el creyente nuevo o establecido, asuma una posición seria y consiente de cada uno de los compromisos que hace con el Señor y que la religiosidad pueda quedar atrás de una vez por todas.

PREGUNTA: Tiene usted dudas sobre la importancia de tomar la Cena y cómo hacerlo?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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