jueves, 8 de mayo de 2014

SERVILE A ÉL



Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:19,20)
Las diversas clases de trabajo del mundo generan satisfacción cuando se desarrollan honesta y adecuadamente, y qué decir cuando a uno le pagan por hacer lo que le gusta.

En un trabajo voluntario con una motivación puramente altruista, se desarrolla la capacidad de compasión por el necesidad ajena y esto reporta satisfacción más allá de un salario; pero cuando la finalidad se proyecta a algo mucho más allá de lo material y el trabajo se convierte en servicio a Dios, las cosas no sólo quedan en este mundo; sino que se trasladan a la eternidad.

Lo finito de la vida en este mundo, no permite dimensionar los alcances sobre un alma que se salva cuando se arrepiente delante de Dios. Sin embargo cuando hay la seguridad de que alguien pasó de muerte a vida espiritual, el asunto cobra otras proporciones.

Vale la pena anotar y de manera importante, que cuando se es instrumento en las manos del Señor como lo describe la Biblia para el plan de salvación, se logra no sólo la ministración de la otra persona para darle vida; sino un gozo infinito por haber sido instrumento de Dios para lograrlo.

La invitación de hoy, es a ser “vasos útiles” para Dios en esa maravillosa obra en la que Él nos ha incluido con es la “gran comisión”. No hace falta ir a África,  Asia o la Polinesia para ser partícipes del proyecto más importante para la humanidad en todos los tiempos. En su casa puede comenzar!.
PREGUNTA: Alguna vez contempló ser un obrero de Dios?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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