“…en un momento, en un abrir y cerrar
de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1 Corintios 15:52)
Qué
pensaría usted si le diéramos la forma de evitar el dolor, o si existiera un
antídoto para sacarlo de su vida?. Tal vez en un mundo perfecto las cosas
serian diferentes y hasta ideales; pero cuando hablamos de vivir en un entorno
de pecado traducido en maldad, el asunto tiene un propósito que tal vez no se
ve.
De
otra parte, si no sintiera dolor, podría cortarse una pierna, desangrarse y
morir sin sentirlo. Tal vez podríamos ver morir un hijo en un accidente, sin
que esto nos afectara y por el contrario reír. Es por esto, que afirmamos que
en un mundo como este, el dolor se debe considerar útil.
En
esta naturaleza caída, el dolor es una constante con la que se convive y Dios
lo utiliza con un propósito sabio que tarde o temprano nos mostrará algo bueno.
No hay coherencia entre la perfección y el dolor. Sólo cuando el Señor nos
transforme en un abrir y cerrar de ojos, las cosas serán diferentes.
El
Señor en Su trabajo de formar la iglesia, permite el dolor en sus
diferentes facetas, como una manera de
estructurarnos, fortalecernos, formarnos, moldearnos, quitarnos las taras
propias de un ser caído, con una evidente muestra de amor, enfocado a un futuro
perfecto y eterno con Él.
Si
vemos el asunto de esta manera, nuestra perspectiva sobre el dolor cambiará y
podremos verlo como algo que nos ayuda, que los levanta y dejará de afectarnos
como lo ha hecho hasta ahora.
PREGUNTA:
Cuál es su respuesta frente al dolor?
REFLEXIONE Y DECIDA!
-
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!