martes, 22 de abril de 2014

VERDADES BÁSICAS - NUEVA CONDICIÓN



Una vez que se  llega a ser salvo como un favor de Dios en su hijo Jesucristo, también se  pasa  a una nueva condición de vida como parte de esos cambios que implica creer en Jesús. Estamos hablando de que ya no se es simplemente una creatura; sino un hijo de Dios. Una serie de cosas tendrán lugar en el diario vivir del que ha creído.

La base de una relación padre–hijo estará marcada por factores como la obediencia Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). No se concibe una sana relación sin un hijo obediente. Se es hijo cuando se obedece o simplemente no ha llegado a serlo.
En esto consiste el primer pecado de la humanidad y estaremos de acuerdo en pensar, que si este pecado tuvo unas implicaciones tan funestas para la humanidad, como no las tendrá para la vida de los creyentes.

Como hijos existe otra característica y hablamos del amor. No hay nada más elemental entre familia que el amor. Es simplemente una demostración de amor por aquel que nos salvo Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1Juan 4:19); y no lo hizo por que lo merecíamos, lo hizo por que nos ama como creación suya; pero por “Gracia”. Se le llama Gracia, a la posibilidad de recibir algo inmerecido a cambio de nada.

La combinación de obediencia y amor nos da como resultante, algo que va a marcar de manera permanente esta nueva condición y es la “comunión” que Dios espera entre Él y sus hijos  Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad” (1 Juan 1:6).
PREGUNTA: Aspira usted tener una relación sana sin estas condiciones básicas?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

¡SI EN ALGO LE HA ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!