martes, 8 de abril de 2014

VERDADES BÁSICAS – JESUCRISTO



“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados,….santificados,…justificados en el nombre del Señor Jesús” (1 Corintios 6:9).
Hablamos en reflexión anterior sobre la solución al problema del hombre con Dios. Cuando usted tiene una gran e impagable deuda en la hipoteca de su casa, la única solución es entregarla al banco. Esto equivale  a perder el esfuerzo de años; pero si alguien paga la totalidad de la deuda usted queda exonerado.

Esta es la solución a uno de los casos del mundo; pero para una deuda de la dimensión del incrédulo con Dios, que implica vida o muerte eterna, el asunto es más complejo. Sólo un hombre perfecto, justo, santo y con unas características excepcionales puede solucionarlo.

Cuando Cristo viene y se pone en el lugar nuestro, pagando la deuda que tenemos, Dios nos ve a través de Él. Ya no nos ve como parte de esa naturaleza caída y cualquiera que sea nuestra condición de pecado es perdonada y olvidada por Su sacrificio en la cruz.

Dios Padre comienza a vernos santos e inocentes de toda culpa, y no con todas esas aberraciones y formas de pecado que describe la Biblia No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,  ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9,10).

En este orden de ideas, el único que puede hacer esta suplantación es Jesucristo de acuerdo a la Biblia. Sólo su condición única, perfectamente Dios y perfectamente hombre lo puede lograr y a esto se le llama la calidad “Hipostática” de Cristo; pero este es un asunto que veremos en otra reflexión.

Lo que debe quedar claro, es que sólo a través de la intervención de Jesucristo, es que somos salvos!.
PREGUNTA: Había pensado usted que alguien podía pagar su deuda?
REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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