“Todos los siervos del rey, y el pueblo de las
provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio
interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha
de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual
vivirá; y yo no he sido llamada” (Ester 4:11)
Cómo
presentarnos delante de Dios?. Los reyes antiguos en oriente, eran personajes
en tal grado de exaltación, que si uno de sus súbditos solicitaba verlo, era
tenido tan en poco, que ni siquiera lo miraba. Era tal su poder, que aquellos
que se presentaban corrían el riesgo de perder sus vidas, si no hallaban “su
favor”.
Si
esto era delante de un hombre finito, mortal, e imperfecto; cómo será pensar en
presentarse delante de Dios? En lo que tiene que ver con el Señor, la Biblia por
el trasfondo cultural de la época, emplea un término similar; pero con la
reverencia correspondiente a Dios y a esto se le llama “hallar gracia”.
Pero
una cosa es hallar el favor delante de un hombre, que no conoce lo que hay en los
corazones y otra muy diferente es hallar gracia, delante de Dios que sí lo sabe
todo en Su Omniciencia; entonces repitamos la pregunta: Cómo presentarnos
delante de Dios? Cómo hacerlo, si somos consientes de nuestra condición de
pecado?
Pablo
dice en su carta: “miserable de mi, quién me podrá sacar de esta cuerpo de
muerte?” (Romanos 7:24). En este caso, como en la reflexión de hoy, la única opción es el señor Jesús y sólo a través
de su sacrificio es que podemos hallar la salvación por la “Gracia o Favor”
delante del Padre, y no la muerte eterna que merecemos.
PREGUNTA:
Puede usted por sus méritos hallar gracia delante de Dios?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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