miércoles, 26 de marzo de 2014

VERDADES BÁSICAS – MUERTE



Porque la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6:23)

Una vez que hemos visto el pecado como parte de nuestra naturaleza, que es propio como el nombre o la nacionalidad, debemos empezar a ver el futuro de los que persisten en mantenerse en este estado. Es apenas obvio, que a los buenos les espera un premio y a los malos un castigo. “y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:29)

No necesitamos ir muy lejos para saberlo. Ni siquiera mirar la ley del hombre, pues esta condición de bien o mal, es parte de nosotros y la sentimos a través de algo que llamamos conciencia. Esta nos reprende frente a una mala acción o nos da paz cuando hacemos el bien.

En este mundo, en el que a lo malo se le llama bueno y viceversa, esta afirmación puede hacerse relativa, verse ridícula o hasta retrógrada; pero cuando hablamos de estar frente a un Dios creador, santo, justo y perfecto, no podemos pensar en presentarnos así delante de Él: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8).

Con estos calificativos y otros se ve al hombre a la luz de la Biblia, y sería muy bueno reflexionar sobre lo que será la justa retribución para los que viven de esta manera; pues es como pretender recibir una medalla en los olímpicos siendo el peor.

Que esta inminente posibilidad de enfrentar la muerte espiritual eterna, sea un motivo más que válido para recapacitar, buscar y aceptar la solución que el mismo Dios nos ofrece.
PREGUNTA: Alguna vez contemplo la muerte espiritual como destino?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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