“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría
una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que
se había descarriado?”(Mateo 18:12-14)
La iglesia ya no
es aquella dedicada a llevar personas al Evangelio. Desafortunadamente,
este propósito se ha visto desvirtuado, por una misión y visión, que en algunos
casos termina en actividades que no tienen nada que ver con la Biblia.
Como resultado entre otros, encontramos una situación muy común y es la de reciclar creyentes. Personas que provienen de
otras congregaciones en las que por alguna razón no pudieron seguir. Ya sea por
que no escucharon lo que convenía para sus vidas y se hace un permanente
llamado a la santidad o por que lo que se practica allí, no corresponde a la Biblia.
La iglesia de hoy se
ha convertido en un busecito, en el que se sube por un tiempo y luego se
baja. El creyente no es objeto de un cuidado adecuado y no se cumple con
la parábola de hoy. Si alguien se va, se aparta o simplemente cambia, debe
ser escuchado, acompañado y restaurado.
Dice la Palabra, que
el pastor debe dejar las noventa y nueve y ocuparse de aquella que está
perdida; pero son tantos los compromisos de este en el ministerio, que no tiene
tiempo de ser “pastor” de ovejas.
Esto refleja una
falsa estadística, que muestra la realidad de una iglesia que no crece en nuevos creyentes; sino en cifras. Creyentes a medias, sin compromiso
genuino y que pasan la vida “saltando" de un lugar a otro.
Disgustos, rencores
sin saldar entre miembros o con el liderazgo, y hasta deudas económicas que no
deberían ser; pero siempre con la opción de ir a otro sitio. Nadie se ocupa de aquel
que se fue y sus razones buenas o malas, por que a veces hasta se le abre la
puerta para que se vaya.
No pedimos que se
requise en la vida intima del creyente; pero si estar atentos a pastorear, a recibir
su carta de traslado y no simplemente verlo como otro que puede aportar. La
función del pastor es “cuidar de ovejas”, anteponiendo el interés personal y no
convertirse en el burócrata de una empresa.
PREGUNTA: Como pastor
usted busca a la oveja perdida o se queda con las noventa y nueve?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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