“No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha
querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos” (Deuteronomio
7:7)
En
el diario caminar con el Señor, surgen muchas preguntas entre las que se
cuentan un dónde, un cuándo, un cómo y otras siempre tendientes a resolver algo
que no entendemos dentro de Su voluntad para nosotros.
Todas
estas deberían resumirse en un “para qué”, pues Dios siempre está haciendo algo
en nosotros y es ahí a donde debe apuntar nuestro objetivo. Él nos está
formando, enseñando, fortaleciendo, cambiando y muchos otros adjetivos propios
de un Padre que quiere lo mejor para Sus hijos.
Sin
embargo hay una pregunta que siempre nos deja perplejos, que no podemos
dimensionar y es: “porqué” me ha escogido a mi?. Por qué se ocupa de este ser
tan imperfecto?. Como parte de una humanidad que suma varios miles de millones
en el planeta, porqué me miró a mi? Seguramente
como en el caso del pueblo judío, no fue por que yo era el mejor o el más
digno. Muy seguramente, fue por que yo soy el menos merecedor de todo
privilegio.
Frente
a esto, lo que puede quedar en nuestros corazones, es una infinita gratitud que
no podemos llenar con nada; mientras que lo único que Dios espera de nuestra
parte es “obediencia”. Sólo resta descansar en ese amor infinito representado
en Su Hijo Jesús, que con nada podremos agradecer y menos pagar.
Este
gran misterio que no podemos entender o dimensionar ahora, sólo será claro cuando
Él vuelva a intervenir de manera sobrenatural: “…todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de
ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (1Corintios 15:51.52)
PREGUNTA:
Porqué a usted y a mi?
MEDITELO Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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