jueves, 27 de febrero de 2014

INTERCEDER



“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44)

 Para el creyente es muy importante, ejercer su papel de intercesor por su familia o amigos. Se ora por ellos, las necesidades propias en lo que tiene que ver con provisión, salud, bienestar y otras; pero la labor menos desarrollada es la orientada a los que no conocen de Cristo y menos aún el orar por los que no gustan de nosotros.


La vida cristiana no es fácil y debemos contemplar, que el seguidor de Cristo, es una persona que va en contravía de casi todo lo que se practica hoy en este mundo. Ser cristiano “genuino”, habla de un individuo que debe hacer contracultura permanentemente con su vida, no con lo que habla. De ahí que es muy posible encontrar detractores en todas partes, aún dentro la iglesia y el círculo familiar más intimo.


Es muy sencillo llevar delante del Señor a los padres, hermanos, hijos, amigos o conocidos; pero cuando alguien se convierte en una piedra en el zapato en la vida de uno, se necesita bastante aplomo espiritual en Dios para lograrlo.


Es precisamente su falta de conocimiento la que los lleva a hacer esto; y se puede afirmar que aún entre creyentes, surgen este tipo de comportamientos; pero esto será tema de otra reflexión, y lo que debe quedar claro en esta, es la importancia de interceder por los que nos persiguen en obediencia a Dios y por que debemos sentir compasión genuina del que se pierde día a día.

PREGUNTA: Es practica suya orar por los que se pierden?



MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –



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