“Para que sean
consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las
riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre,
y de Cristo”
(Colosenses 2:2)
El concepto de la
unidad en el mundo, está tan desvirtuado que vemos que a pesar de estar bajo un
mismo techo o iglesia no hay comunicación y menos comunión. Esposos, hijos o
hermanos en la fe, que ignoramos ante su necesidad de compañía o ayuda, y todo
esto obedece a la ausencia genuina de Dios en nuestras vidas.
Para analizar este
aspecto revisemos sólo unos breves relatos que nos darán luz bíblica sobre la
coinonía (hermandad) entre el pueblo de Dios:
- recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió…
- que los miembros todos se preocupen los unos por los otros…
- servíos por amor los unos a los otros…
- somos miembros los
unos de los otros…
- alentaos los unos a los otros…
- exhortaos
los unos a los otros cada día…
- sumisos
unos a otros, revestíos de humildad…
Romanos, corintios, gálatas, efesios,
tesalonicenses y otros libros resumen en cortas frases algo de lo que debemos
hacer como hijos de Dios y esto incluye al núcleo familiar y al de creyentes. El
mundo y sus rudimentos prevalecen hoy, dejando cada miembro a la deriva.
Esposos que solo conviven o hijos que
soportan; pero esperando la hora de correr. Hermanos que aunque se congregan
con nosotros, andan solos y sin una mano amiga. La soledad en compañía es el espacio
adecuado para cualquier clase de pecado y esto es lo que se ve hoy casa e
iglesia. Cada uno en su mundo aparte y lo peor, que es nadie hace algo por
cambiarlo, ni el padre de familia ni el pastor.
Pensemos en los que nos rodean de
cerca y si media alguna distancia; intercedamos, oremos, ayudemos, acompañemos,
escuchemos, abracemos, extrañemos a los unos y a los otros. En Su tiempo y
cuidado, Dios mismo nos llama a hacerlo; pues “Estar juntos no es siempre estar unidos”
PREGUNTA: Que tanto se ocupa usted de
los suyos o del hermano en soledad?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN
REINA-VALERA 1.960 –