martes, 20 de septiembre de 2011

DESÁNIMO


Nuestro diario vivir se desarrolla en una sociedad con metas de carácter material. Sociedad en la que se define a los triunfadores como los que obtienen resultados de carácter material. Para muchos vivir por debajo de este esquema resulta en fracaso. Este éxito, de alguna manera nos atrae y nos lleva a pensar, que cuando lo alcancemos obtendremos la felicidad.
Existen ciertos beneficios momentáneos cuando alcanzamos el éxito; pero como cristianos, debemos tener muy claro que nuestros movimientos son en el tiempo y en la voluntad de Dios. Cuando estamos bajo la dirección y protección del Señor, no importando la circunstancia, habremos de entender, que lo que estamos viviendo no es definitivo y especialmente si lo que estamos atravesando es tiempo de dificultad
“Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso; si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia. Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.” (Job 8:5-7) Este pasaje nos muestra, que aunque la situación sea difícil y nuestro andar luzca estéril; que aunque las luchas por las que estamos pasando nos hagan vivir bajo la sombra de un aparente fracaso y tengamos como opción el desánimo, en el Señor siempre hay una esperanza.“La única” 

Los ofrecimientos de Dios en Su palabra, siempre son promesas que se cumplirán y de paso nos indican la forma de actuar frente a cualquier situación. El caso que nos ocupa hoy, nos muestra que es necesario buscar Su rostro en oración cada día “Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso”
Leer y meditar en la Palabra diariamente no es una opción, es algo imperativo en nuestra vida de hijos de Dios. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:1,2), pues este mismo dice que “…todo lo que hace, prosperará.” Es nuestro alimento y cómo pretender que nuestro Padre nos proteja y bendiga si ni siquiera le hablamos? Si no le escuchamos?
Dios es conocedor de todas nuestras circunstancias y nos dice “El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte”; pero nuestro parámetro de relación con Él no debe ser el mero interés por Su bendición, debe ser el mantener y cultivar esa relación que existe entre un Padre y su hijo.
Pensemos en que si buscamos a Dios de corazón, Él estará trabajando en nuestra circunstancia y preparando cimientos para algo muy grande en nuestra vida. Echemos fuera todo sentimiento de frustración y vivamos esa paz que sobrepasa todo entendimiento en la seguridad de que para ser adultos maduros, primero tenemos que pasar por los tropiezos propios de la niñez y los desatinos de la juventud (Isaías 60:22); pero esto será así: Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto
En Dios, lo mejor siempre está por venir!
PREGUNTA: Esta desanimado?
MEDITELO Y DECIDA!
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960