“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6)
Con mucha tristeza, en el mundo y especialmente en nuestras grandes ciudades todos los días vemos personas desposeídas. En alguna área de su vida; pero desposeídas. El encabezado nos muestra una de estas formas y en este caso a los que están sedientos (desposeídos) de justicia.
Encontramos a otras desprovistas de bienes materiales, vagando por las calles cuando ya ni sus propias familias los admiten. Es todo un choque encontrar a una de estas personas y sentir impotencia al no poder ayudarlos de una manera efectiva.
Es importante ver que la indigencia en una persona, no solo se muestra cuando está desprovista de hogar, ropa o comida. Otra cara de esta indigencia, es encontrarse a un individuo muy bien vestido, perfumado y con todas las comodidades; pero al igual que el anterior, sin Dios. En este caso también se siente la impotencia al no poder ayudarlos frente a su gran falencia: La autosuficiencia.
Cuál de estas condiciones es más difícil?
La de aquel que le da lo mismo dormir en el piso o en una banca del parque, ó la de aquel que viviendo en la opulencia exhala excesos “……se fue triste, porque tenía muchas posesiones…..Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos” (Mateo19:22,23).
Con todo respeto, no hay diferencia. Ambos están desprovistos de lo más importante en la vida de un ser humano: “Cristo en su corazón”
Obviamente y como lo muestra la Biblia, es más fácil mostrar el camino de Dios a un pobre, que a un rico que tiene toda su confianza en el dios dinero.
También encontraremos al pobre en posesiones, pero abundante en orgullo o religiosidad; para quién no existe la necesidad de reconocer su condición de pecador ”los hombres amaron más las tinieblas que la luz………………..Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Juan3:19,20)
Mirando el asunto a través del lente de Dios y en cualquiera que sea nuestra condición, la resultante será siempre la misma:
INDIGENCIA
PREGUNTA: Se ha considerado usted a la luz de esta palabra?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 -