martes, 24 de mayo de 2011

EVENTO ESPERADO




Por estos días y a los largo de varios meses, un reconocido ministerio de línea evangélica con sede en California, estuvo anunciando en su página un evento que al final de cuentas no se dio. No se dio y bíblicamente hablando, no de va a dar por lo pronto.
Teniendo en cuenta los alcances de lo ocurrido, hemos considerado pertinente hacer un breve comentario al respecto: Eso si, sin el ánimo de juzgar a aquellos que eventualmente en su afán por difundir el evangelio, tal vez entran en apreciaciones erróneas sobre lo que dice la Palabra de Dios.
De otra parte, con el objeto de infundir ánimo en los creyentes que esperan con alegría el próximo evento profético, para dar claridad con Biblia en mano a aquellos que aún no conocen la verdad de Cristo y que podrían endurecer más sus corazones ante una verdad que para ellos no llega, que es poco probable; pero que es tan real y cercana, como cada uno de los relatos bíblicos ya cumplidos.
 Decimos que el fin del mundo como se planteaba no se va dar por lo pronto. El fin del sistema actual, está planteado dentro del esquema profético de la Biblia y lo vemos claramente “el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas (2 Pedro 3:10).
Hasta aquí vamos claros y vamos a encontrar en un solo capitulo de Marcos, textos que nos permiten más claridad en cuanto al resto del panorama profético. Obviamente estos, son eventos a los que se hace referencia a lo largo de toda la Biblia y lo invitamos a que la estudie.
Siguiendo con el tema, vemos que nadie incluyendo al señor Jesucristo, sabe cuando va a ser esto. “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Marcos 13:32) Y si esto es así, sólo nos resta esperar a que el “tiempo de la gracia de la iglesia” que estamos viviendo se cumpla, pues “es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las  naciones” (13:10), y nos alerta al decirnos “Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe;  porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos” (13:5,6)
Este tiempo de gracia de la iglesia, en el cual nos encontramos  y que comenzó con la primera venida del señor Jesucristo al mundo, es un periodo dentro del cual Dios espera que la humanidad incline su corazón a ÉL y terminará en el próximo evento del panorama que se llama rapto o arrebatamiento “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes  con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (13:26,27)
Si todavía vamos con claridad en la idea, para que se dé el fin del mundo, todavía tienen que darse varias pasos; pero Dios nos invita por lo pronto a arrepentirnos de nuestra condición pecaminosa, a apartarnos de ella y a aceptar Su plan de salvación en su hijo Jesucristo. Al recibir al Señor, empezamos un proceso de santificación a través del Espíritu Santo que viene a morar en nosotros y quedamos en la espera del glorioso día del arrebatamiento.
A lo único que Dios nos invita en este lapso de tiempo, es a estar siempre listos y lo dice en “Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo” (13:33)  Cierto es que estamos muy cerca de esto, y lo vemos día a día “cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos……… y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo(13:7,8,12,13)
Una vez más con cariño y respeto, le invitamos a buscar la restauración de su relación con Dios, y a creerle a Él y no a hombres. Que su convicción esté basada en lo que dice Dios y no en interpretaciones de hombres. Dios nos da a través de su Espíritu la capacidad de entender y vivir la Palabra. Que la Biblia sea su manual y parámetro de vida, para que nadie lo engañe.
PREGUNTA: Está usted listo para aquel día?. Recuerde que: aquel día y de la hora nadie sabe” (13:32) Podría ser hoy!
MEDITELO!
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960