jueves, 1 de febrero de 2024

BIEN INTECIONADOS

En la entrega anterior, hablamos de la mujer samaritana en su encuentro con Jesús y es de recordar es rechazo del que eran objeto los samaritanos por parte de los judíos y de no tratarse entre ellos a pesar de su parentesco.

Es más, ni siquiera se permitían pasar por sus tierras, pero he aquí, una mujer del común reconoce al Mesías; una de un pueblo repudiado por Israel. No fueron los religiosos, los fariseos, los doctores de la ley; tuvo que ser una rechazada y mujer, la que lo da a conocer entre este pueblo.

Cierto es que los caminos del Señor, no son los nuestros y que mientras nosotros creemos ir por la ruta más corta, Él nos lleva por todas las curvas posibles para que no sólo lleguemos; sino que crezcamos espiritualmente.

Es bueno anotar que los fariseos no eran del todo malos; se trataba de una facción de religiosos preocupados y hasta “bien” intencionados, porque la ley se cumpliera frente a todos los despropósitos del pueblo.

Pero como decía un amigo tico (de Costa Rica), la letra mata. Como toda “buena” ideología, el principio puede ser el mejor intencionado, pero en ese tiempo como ahora y en el futuro, el infierno estará lleno de gente con buenas intenciones.

Es aquí donde nosotros, los que conformamos la Iglesia de Cristo, debemos reflexionar y no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Es nuestro deber delante de Dios ser luz en esta terrible oscuridad que se cierne sobra la humanidad Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34).

Tanta ideología hueca, ocupaciones  o religión, que corroe la mente y corazón del hombre o mujer del promedio y que a nada bueno lleva. Debemos ser y somos los encargados por Él, los que muestran a Jesús como la única opción de salvación y de cambio.

No podemos remitirnos a ser letra muerta, mientras que este mundo colmado de muertos espiritualmente hablando se sigue hundiendo. Debemos hacer reconocible a Jesús en nuestras vidas, para que las personas del común como la samaritana lo vean y no quedarnos con sólo buenas intenciones.

REFLEXIÓN: Sólo cuando reflejemos a Jesús, empezaremos a ser sus discípulos!

REFLEXIONAR TRANSFORMA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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