En otras reflexiones, hemos comentado los cambios que se generan en la vida de las personas cuando pasan de incrédulos a creyentes. Esto obviamente para los que hemos nacido en el mundo y un día tuvimos el privilegio de encontrarnos con Jesús.
A nivel personal son muchos y en los que uno se va gozando, al ver el desprendimiento de ataduras físicas y espirituales, el conocimiento que se va adquiriendo, la nueva rutina de hijo de Dios y otras cosas que hacen que nos preguntemos por qué no lo hice antes?.
Esto en la parte de los gloriosos como dicen en la religión tradicional, pero hay otra parte y son los dolorosos, que en la medida en que se confíe en el Señor, serán más llevaderos y se habrán de superar.
Para esto tenemos un ejemplo entre varios, y con nada más, ni nada menos que con el apóstol Pablo. Como recordará, este hombre era en su calidad de incrédulo un religioso recalcitrante llamado Saulo y nacido en Tarso de Cilicia, hoy Turquía.
Muchas cosas cambiaron para él luego de ser un estudioso, de los mejores alumnos de Gamaliel erudito de la época, de la clase más prominente de la religión, los fariseos, ciudadano romano y otros credenciales más.
Todo esto lo facultaba para hacer la guerra a los seguidores de Cristo, a los que perseguía, encarcelaba en el mejor de los casos, juzgaba y luego mataba. En la muerte de Esteban, primer mártir del Cristianismo, estuvo presente hasta verlo morir apedreado.
Pero si miramos con cuidado e investigamos en torno al siguiente verso “Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado;…...” (2 Corintios 11:23-28), estará de acuerdo en que su vida cambió.
Este no es un evento aislado y alguien decía, que si uno como cristiano no es perseguido, realmente no lo es. En otras palabras, qué tanto está dejando ver a Jesús en su vida?.
Se le nota el cristianismo, o es otro más de esos agentes secretos que van con la Iglesia el domingo y pasan el resto de la semana mimetizados entre el mundo?
REFLEXIÓN: Si seguir a Jesús no ha cambiado su vida, debe estar siguiendo a otra persona!
REFLEXIONAR TRANSFORMA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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