martes, 1 de junio de 2021

EL SILENCIO

Muchas veces me siento a recapacitar sobre lo que ha sido mi vida, antes y después de haber conocido del Señor Jesús. No es difícil poner un calificativo a cada una de estas etapas y a grosso modo digo: ¡desastre - bendición!

Desastre porque antes iba por el mundo conviviendo con el pecado o como una fuente de placer o satisfacción. La ignorancia era total y si bien era un religioso, no dimensionaba el resultado. Ni siquiera me tomaba el trabajo de pedir perdón; pero sí estaba buscando algo.

Bendición no implica victoria total, pero sí un cambio de perspectiva, objetivos y de una infinita esperanza. Al fin y al cabo, la victoria sobre el pecado no fue mía, es del Señor Jesucristo.

No obstante y ser incluido en ese cambio de vida, la lucha es constante y la Biblia dice que “el enemigo como león rugiente anda buscando a quien devorar”. Nos falta mucho por cambiar y entre tantas, llamo a colación unas. Qué tal la convivencia en casa, en el tráfico caótico de la ciudad, en el trabajo con el jefe o en la misma Iglesia con el liderazgo. Frente a cualquier situación, qué difícil es guardar silencio.

Pilato se admiraba de la capacidad del Señor Jesús para mantener silencio. Frente a tanta mentira, injuria y castigo físico, no dijo nada. Cree usted que podría hacerlo? Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho” (Mateo 27:23,14).

Lo veo en la esquina del edificio donde muy pocos respetan el “PARE”; se escuchan los insultos con un pitazo de parte del carro que lleva la vía. Pero más absurdo es, que los que no hacen el pare contestan con otro igual o peor.

Expresión tan patente de esta incapacidad; porque con ese pitazo no sólo están sentando una protesta, sino recibiendo una agresión del infractor. Agresión va, agresión viene; justo o no, qué difícil es mantener la compostura y el “silencio”.

No importa si es iletrado, culto o estudiado, en todos encontramos esto. El estudio para nada lo mitiga; ignorancia o grosería y que complicado es cambiar esto por no decir que imposible.

REFLEXIÓN: Se logra más con el silencio que con un grito!

REFLEXIONAR EDIFICA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

¡COMPARTIR PALABRA HACE LA DIFERENCIA!

Síganos en Twitter:  @ReflexionBi