viernes, 7 de mayo de 2021

PARA QUIENES?

 Muchos se preguntan para quién es el mensaje de Dios en su Hijo y la respuesta es muy fácil: para todos y cada uno de los que lo escuchan; pero será realidad para los que lo aceptan. El Señor dijo “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que aviene, no le echo fuera” (Juan 6:37).

Podemos observar por encima y basados en la Palabra, que es el Padre mismo quien se los entrega y encomienda. Otra parte de este texto dice que ninguno de los entregados se perderá Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero” (Juan 6:39).

Es solo que Él nos ha dado la posibilidad de decidir y esto representado en el libre albedrío; esa capacidad inherente de escoger. Muchas veces en el mundo tenemos que decidir entre varios elementos, pero en éstas son sólo dos opciones.

En el libro de Juan dice que aquel no decide por Cristo, ya lo ha hecho por el mundo “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado” (Juan 3:18), y es muy importante no sólo el llamado, sino la respuesta que se da a ese llamado.

Puedo ganarme un gran premio en un sorteo, pero el que decide si lo recibe o no soy yo. Tengo suficiente autonomía una vez que haya sido notificado para aceptarlo o no y le puedo asegurar por lo que dice la Biblia, que, en algún momento de la vida, siendo niño, joven, adulto o anciano, tendré que hacerlo: decidir.

Cuando uno es parte en la repartición de una herencia, todos los posibles herederos y con derecho a reclamar deben ser notificados. Existen muchos medios y en última instancia, se recurre a un edicto en los periódicos de más circulación del país, cosa de que esa notificación sea de dominio público y no se pueda impugnar la repartición.

La Gran Comisión cumple con esa función, haciendo llegar el mensaje de salvación a todos en el mundo. De ahí la importancia de contribuir a llevarla a cabo y que cada persona tenga esa oportunidad.

Esto quiere decir que el mensaje de salvación es para todos, pero que sólo los que lo acepten serán predestinados a recibir todo lo que Dios tiene para sus hijos y serán resucitados para vida eterna con Él.

Lo triste, pero justo en todo esto, es que nadie tendrá excusa; todos serán notificados de la ofrecida salvación. Este ofrecimiento tiene algo más de dos mil años, aunque es de anotar que desde el mismo comienzo Dios ha buscado la salvación de la humanidad.

REFLEXIÓN: El ofrecimiento es general, es sólo que no todos lo aceptarán!

REFLEXIONAR EDIFICA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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